En un evento lleno de color, música y tradición mexicana, el jefe de la diplomacia estadounidense en México, Ken Salazar, se despidió de su cargo y dejó su legado en la nueva embajada de Estados Unidos en México.
La develación de la placa de la embajada más grande que tendrá Washington en todo el mundo, ubicada en la colonia Irrigación en la Ciudad de México, fue el punto culminante de una celebración que contó con la participación de charros, una piñata, bailarines con máscaras y música tradicional mexicana.
El embajador Salazar, luciendo su característico sombrero y traje, destacó la importancia de la nueva embajada como un símbolo de la unidad, la esperanza y los lazos duraderos entre Estados Unidos y México.
Durante el evento, el Ballet de México de Amalia Hernández y los reconocidos músicos Jesse y Joy interpretaron los himnos nacionales de ambos países, en un emotivo acto que reafirmó los lazos de amistad entre ambas naciones.
Entre los asistentes al evento se encontraban empresarios, políticos mexicanos, funcionarios estadounidenses y empleados que han trabajado en la edificación de las instalaciones de la nueva embajada.
William Moser, director de la Oficina de Operaciones de Construcciones en el Exterior del Departamento de Estado, destacó que la embajada contará con la certificación más alta en materia de sustentabilidad medioambiental, convirtiéndola en un centro regional para la cooperación en América Latina y América del Norte.
Salazar, recordando su trabajo en México y las prioridades durante su gestión, destacó la importancia de transformar la relación bilateral y trabajar como socios para impulsar la economía y la seguridad en ambos países.
Acompañado de destacados personajes como Lázaro Cárdenas Batel, ex gobernador de Michoacán, y representantes de la iniciativa privada, el embajador envió un mensaje de unidad y colaboración, resaltando la importancia de ver a todos como socios iguales en una gran familia.
Con optimismo y confianza en el futuro de la relación entre Estados Unidos y México, Salazar se despidió dejando la puerta abierta a nuevas oportunidades de colaboración y crecimiento.
El evento culminó con una emotiva presentación musical de Jesse y Joy, quienes interpretaron su éxito ¡Corre!, dejando un mensaje de esperanza y alegría para todos los presentes.
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