Después de una prolongada saga legal que incluyó amparos, fuero y un proceso jurídico de 14 años, el exgobernador panista de Aguascalientes, Martín Orozco Sandoval, finalmente resultó sentenciado a 4 años y tres meses de prisión.

La jueza segundo penal de lo tradicional, Irma Reyes de Luna, dictó la sentencia condenatoria por los delitos de presunto ejercicio indebido del servicio público y tráfico de influencias, relacionados con una triangulación de terrenos en 2007, durante su mandato como alcalde de la capital del estado.

Aunque la sentencia aún no es definitiva y la defensa del exgobernador tiene la opción de apelar, el Código Penal vigente establece penas de cárcel y la reparación total del daño para ambos delitos. De no ganar la apelación, Orozco Sandoval podría enfrentar las consecuencias penales de sus acciones.

Denuncia contra Martín Orozco se presentó en 2009

La denuncia en su contra se presentó en 2009 por el exregidor capitalino José Luis Proa y el exdiputado Tagosam Salazar. La acusación se centra en una presunta triangulación de terrenos realizada por el exmandatario durante su último año como alcalde. El proceso legal se ha pausado en varias ocasiones debido al fuero que disfrutó Orozco Sandoval como gobernante.

Orozco Sandoval, actualmente asesor en el ayuntamiento de Asientos, un municipio de Aguascalientes gobernado por Morena, ha estado activo en redes sociales antes de las elecciones, compartiendo editoriales de opinión y fotos de sus actividades. La sentencia, aún pendiente de confirmación, podría tener implicaciones significativas en su carrera política y en el panorama político local.

En su reacción ante la sentencia, el exgobernador emitió un comunicado reconociendo la decisión judicial pero alegando que esta tiene tintes políticos más que jurídicos. Orozco Sandoval sugiere que la sentencia es resultado de motivaciones políticas y no refleja la realidad de los hechos en cuestión.

La población y la comunidad política de Aguascalientes están a la expectativa de los próximos pasos legales y de la posible apelación por parte de la defensa de Martín Orozco. Mientras tanto, esta sentencia marca un hito en un proceso legal largo y complejo que ha mantenido la atención pública durante más de una década.

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