El ex Presidente Andrés Manuel López Obrador concluyó su mandato presidencial con resultados económicos que sorprendieron a propios y extraños.

La economía mexicana creció por encima de las expectativas de organismos internacionales, mientras que la inflación ha disminuido de manera considerable.

López Obrador entregó la presidencia a Claudia Sheinbaum hace ya una semana, dejando a su sucesora una economía fortalecida y una inflación controlada. S

egún el economista Eduardo Esquivel Ancona, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el exmandatario dejó a Sheinbaum una moneda estable, bajas tasas de desempleo y una inflación manejable. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la actividad económica en México ha mostrado signos de crecimiento sostenido.

En julio de 2024, el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) aumentó un 0.6% con respecto al mes anterior, superando las proyecciones de los expertos.

Las actividades primarias registraron un crecimiento del 11.6%, las terciarias un 0.4% y las secundarias un 0.2%. En comparación con el año anterior, el IGAE mostró un incremento del 2.0% en términos reales y en cuanto a la inflación, se ha presentado una tendencia a la baja.

La inflación a tasa anual cayó al 4.66% en la primera quincena de septiembre del presente año, lo que ha contribuido a recuperar el poder adquisitivo de la población.

El precio de las frutas y verduras, que había estado presionando la canasta básica de los mexicanos, ha registrado un aumento del 7.15% a tasa anual, principalmente debido a una sequía que afectó al país en años anteriores.

Esquivel señala que, a pesar de las presiones inflacionarias en algunos productos del campo, se espera una mejora en los precios con las recientes lluvias en el país.

Estas condiciones favorables podrían tener un impacto positivo en el crecimiento económico y en la estabilidad financiera de México.

La gestión económica de AMLO ha dejado a Claudia Sheinbaum una economía en crecimiento y una inflación a la baja, lo que augura buenas perspectivas para el futuro del país.

Con una moneda fuerte, bajas tasas de desempleo y un panorama favorable en el sector agrícola, México se encamina hacia un escenario de estabilidad y crecimiento sostenido bajo el liderazgo de la actual administración.

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