En breve… Integrantes de la sección 65 del Sindicato Minero Nacional de México tomaron la mina de Cananea, una de las principales productoras de cobre a nivel global, propiedad del conglomerado Grupo México.

A detalle: 

• Los manifestantes demandan al gobierno mexicano la resolución del prolongado conflicto laboral dentro de la compañía y la garantía de la restauración tras el histórico vertido tóxico en el río Sonora que ocurrió en 2014.
• Desde las 5:00 a.m. hora local, alrededor de cien inconformes, liderados por el senador Napoleón Gómez, se congregaron en el Mausoleo de los Mártires de Cananea y luego se dirigieron en caravanas hacia las principales entradas de la mina Buenavista del Cobre, bloqueando los accesos uno, dos, cinco y 10 del yacimiento. Esta acción perturbó la operación de camiones de transporte de personal, suministros y vehículos de terceros, que son contratados por Grupo México para realizar tareas de mantenimiento e infraestructura en la mina.
• Esta protesta forma parte de un conflicto laboral que comenzó en 2007, cuando la compañía minera despidió a su fuerza laboral y luego, en 2010, reabrió la mina y la operó con un sindicato y empleados diferentes debido a una decisión judicial. Este conflicto resultó en el exilio del líder sindical Gómez, acusado por administraciones anteriores de malversación de 55 millones de dólares de un fondo de trabajadores.

Mientras tanto: 

• La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, María Luisa Albores, anunció que el gobierno mexicano presentó una denuncia penal en agosto contra Grupo México, alegando que la empresa incumplió su compromiso de remediar los daños causados por un derrame químico en el río Sonora hace casi una década.
• Mientras tanto, los miembros de la Sección 65 del Sindicato Minero están aprovechando esta situación política para presionar por la atención de sus demandas laborales y de remediación, después de nueve años desde el peor derrame tóxico en el río Sonora, el cual ha provocado diversas enfermedades y la muerte de pobladores mexicanos en la zona.

Para considerar: 

• La mina se mantuvo en completa tranquilidad, sin incidentes como las habituales explosiones o voladuras diarias. Las calles presentaban un aspecto desolado, en marcado contraste con la rutina diaria de numerosos camiones de carga transitando por ellas.
• En las entradas, se podía apreciar a numerosos guardias fuertemente armados. A pesar de la ausencia de enfrentamientos, dado que la protesta se desarrolló de manera pacífica, los miembros del sindicato se encontraban en las calles de Cananea, mientras que el personal de seguridad de la mina permanecía resguardado dentro de las instalaciones, protegidos por muros, cercas y barreras impenetrables.

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