Juan Ramón de la Fuente, Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), hizo un llamado contundente a la ética y la integridad en el servicio público, tras el escándalo desatado por la organización de una polémica boda en el Museo Nacional de Arte (Munal) por parte de un funcionario en funciones.
Durante su participación en la ceremonia conmemorativa por el 50 aniversario del Instituto Matías Romero, De la Fuente instó a todos los servidores públicos a actuar con rectitud y transparencia, tanto en su desempeño individual como en el colectivo, para evitar situaciones que comprometan la reputación de las instituciones gubernamentales.
«Me tengo que referir, necesariamente, durante unos minutos, a la ética de la diplomacia y de las y los diplomáticos. A la ética como marco filosófico de nuestra conducta individual y colectiva», expresó el canciller.
El caso que ha generado controversia involucra al funcionario Martín Borrego Llorente, quien presuntamente utilizó su cargo para organizar una boda privada en el Munal, bajo el pretexto de una celebración diplomática entre México y Rumania. Esta situación ha levantado críticas y cuestionamientos sobre el uso indebido de recursos públicos con fines personales.
Sheinbaum se pronuncia
La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció al respecto, manifestando su preocupación por la utilización de espacios públicos para eventos privados y asegurando que se llevará a cabo una revisión exhaustiva del caso. Además, adelantó que la extitular de la SRE, Alicia Bárcena, proporcionará más información para esclarecer lo sucedido.
Por su parte, el funcionario implicado presentó su renuncia al cargo que ocupaba en la Semarnat y reconoció haber solicitado el espacio del Munal utilizando su correo institucional. A pesar de negar el uso de recursos públicos, su actuación ha generado un debate sobre la necesidad de establecer controles más estrictos para prevenir este tipo de situaciones.
En este contexto, Juan Ramón de la Fuente hizo un llamado claro a todos los servidores públicos a actuar con ética, responsabilidad y transparencia. La integridad debe ser el pilar de la función pública y un requisito indispensable para el ejercicio de la diplomacia y el servicio exterior.