La Unión Europea (UE) y México han celebrado un taller en línea los días 12 y 13 de septiembre de 2023 para intercambiar experiencias y buenas prácticas sobre la seguridad y la sostenibilidad de las cadenas alimentarias, en el marco de la Estrategia de la Granja a la Mesa (F2F) impulsada por la UE como parte de su Pacto Verde.

La Estrategia F2F tiene como objetivo abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos que afectan a la producción y el consumo de alimentos, desde el campo hasta el plato, con una visión integral y sistémica. Entre sus metas se encuentran reducir el uso de pesticidas, fertilizantes y antibióticos, aumentar la superficie agrícola ecológica, mejorar el bienestar animal, fomentar una dieta saludable y disminuir el desperdicio de alimentos.

Para lograr estos objetivos, la UE busca colaborar con sus socios estratégicos en el sector agroalimentario, como México, que es uno de los principales exportadores de productos agrícolas a Europa, con un valor de mil 400 millones de euros anuales.

“La UE está comprometida con acciones colaborativas a nivel global y a trabajar para alcanzar un nivel ambicioso de protección del planeta. Estamos firmemente comprometidos a colaborar con México como socios para apoyar estos desafíos”, dijo Claire Bury, directora general adjunta de Sostenibilidad Alimentaria (DG SANTE) de la Comisión de la UE.

“La UE es un socio estratégico para México con un mercado de agroexportación de mil 400 millones de euros. Como resultado de esta reunión esperamos fortalecer nuestra cooperación”, agregó Lourdes Cruz Trinidad, coordinadora general de Asuntos Internacionales de la Secretaría de Agricultura (Sader) de México.

Los retos y las oportunidades para mejorar los sistemas alimentarios

Durante el taller, que contó con la participación de unos 120 representantes de los gobiernos, las organizaciones internacionales, el sector privado, la academia y la sociedad civil de ambos países, se abordaron temas como la adaptación al cambio climático, la innovación tecnológica, la bioeconomía circular, la inocuidad alimentaria, la nutrición y el etiquetado, entre otros.

Los ponentes destacaron los retos que enfrentan las cadenas alimentarias ante los efectos del calentamiento global, la pandemia de covid-19, la pérdida de biodiversidad, la presión demográfica y el aumento de las desigualdades. Asimismo, resaltaron las oportunidades que ofrece una transición hacia sistemas alimentarios más verdes, resilientes e inclusivos.

Koen van Dyck, Jefe de Unidad de DG SANTE de la Comisión Europea, resaltó la importancia de trabajar con socios con ideas afines como México para reflexionar y mejorar los sistemas alimentarios del mundo para el futuro.

“La pandemia de covid-19 nos mostró la importancia de un sistema alimentario robusto y resiliente y la necesidad de contar con un acceso a un suministro suficiente de alimentos asequibles para los ciudadanos. Actualmente, 33 millones de personas en la UE no pueden permitirse una comida nutritiva todos los días. […] La producción se está encareciendo y el abastecimiento se vuelve más vulnerable a medida que los costos de la energía continúan aumentando”, explicó Dirk Jacobs, FoodDrink Europe.

“Es la tormenta perfecta. Hay que cambiar la forma de producir y consumir”, advirtió. Esperaba que este nuevo Código de Conducta sobre Negocios y Comercio Alimentario Responsable, lanzado el 5 de julio de 2021 y ahora con 150 signatarios y siete objetivos aspiracionales diferentes para lograr una cadena alimentaria climáticamente neutra para 2050, pudiera proporcionar este cambio tan necesario y al mismo tiempo sirva de inspiración para México.

Las políticas e iniciativas implementadas por México

Por su parte, los oradores mexicanos de alto nivel abordaron acertadamente estas preocupaciones, entre otros desafíos, durante este taller, en el que unos 120 formuladores de políticas, expertos en medio ambiente y agricultura, así como otras partes interesadas, se reunieron para discutir estrategias para preparar las cadenas alimentarias hacia el futuro.

Entre los temas que preocupan a México se encuentran los bajos ingresos de los productores rurales, la obesidad y el sobrepeso de la población, la pérdida de hectáreas cultivables por la urbanización y la erosión, la dependencia de las importaciones de alimentos básicos y la vulnerabilidad ante los fenómenos climáticos extremos.

Para hacer frente a estos problemas, México ha implementado diversas políticas públicas, como el Programa de Precios de Garantía, el Programa de Fertilizantes para el Bienestar, el Programa de Producción para el Bienestar, el Programa Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria, el Programa Nacional de Alimentación Escolar y el Sistema Nacional de Etiquetado Frontal de Alimentos y Bebidas.

Además, México ha impulsado iniciativas para promover la agricultura orgánica, la agroecología, la agricultura familiar, la agricultura urbana y periurbana, la agricultura inteligente frente al clima y la bioeconomía.

Tanto la UE como México coincidieron en la necesidad de fortalecer el diálogo y la cooperación bilateral y multilateral para avanzar hacia cadenas alimentarias más sostenibles y seguras, que contribuyan al desarrollo humano y al cuidado del medio ambiente.

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