En México, se ha observado un fenómeno preocupante: a pesar de la disminución en la presencia de delitos desde 2018, los ciudadanos reportan una mayor sensación de inseguridad. Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 61% de las personas se sienten inseguras en las ciudades donde viven. Este porcentaje representa un aumento de 1.9 puntos desde diciembre del año anterior, rompiendo la tendencia decreciente que se había mantenido durante 2023.

Fresnillo encabeza la lista de ciudades mexicanas con la mayor percepción de inseguridad, donde un alarmante 95.4% de los residentes se sienten inseguros. Le siguen Naucalpan de Juárez con un 89.6%, Zacatecas con un 89.3%, Chilpancingo de los Bravo con un 87.3%, Cuernavaca con un 87% y Ciudad Obregón con un 86.6%. Estas cifras reflejan una situación alarmante en varias regiones del país.

Incremento de inseguridad en destinos turísticos y ciudades principales

La percepción de inseguridad ha crecido también en destinos turísticos como Cancún, La Paz y Manzanillo, así como en ciudades importantes como Tijuana, Colima, Iztapalapa, Venustiano Carranza, Tlajomulco y Monterrey, todas experimentando un aumento en este sentimiento en los primeros meses del año.

Aunque se observa una reducción en robos, asaltos, vandalismo, venta o consumo de drogas y disparos con armas de fuego, la sensación de inseguridad persiste. Desde 2018, el porcentaje de personas que han sido testigos de estos delitos ha disminuido significativamente, lo que indica una desconexión entre la realidad objetiva y la percepción subjetiva de la seguridad. El Inegi señala que, a pesar de la percepción de inseguridad, hay menos personas que modifican sus hábitos diarios para evitar ser víctimas de delitos, como llevar objetos de valor o caminar por la noche, lo que representa un desafío importante en seguridad ciudadana.

La paradoja entre la reducción de delitos y el aumento en la percepción de inseguridad es un fenómeno que requiere atención detallada por parte de las autoridades y la sociedad. La seguridad y la tranquilidad son esenciales para el desarrollo de un país, y es imperativo abordar este problema de manera integral y colaborativa para asegurar un ambiente seguro y pacífico para todos.

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