La agencia calificadora Fitch Ratings anunció la ratificación de la calificación crediticia de México en ‘BBB-‘ con perspectiva ‘estable’. Aunque respalda la solidez del marco de política macroeconómica y finanzas externas, la calificadora prevé un aumento en el déficit fiscal para el año 2024, influenciado por diversos factores, incluyendo los gastos relacionados con las elecciones presidenciales de junio.

En su reporte, la calificadora destacó el respaldo de la calificación a un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y una deuda gubernamental/PIB proyectada que se mantendrá por debajo de la mediana para la categoría ‘BBB’. Esta ratificación refleja una visión positiva sobre la capacidad del país para mantener fundamentos económicos sólidos a pesar de los desafíos económicos y fiscales.

Perspectivas económicas: crecimiento y desaceleración

Durante los primeros meses de la pandemia y la crisis internacional de los precios del petróleo en marzo y abril de 2020, las principales calificadoras internacionales, incluyendo Standard & Poor’s (S&P), Fitch y Moody’s, redujeron la calificación crediticia de México. Fitch ha mantenido la calificación en ‘BBB-‘ desde entonces, mientras que S&P la sitúa en ‘BBB’. En contraste, Moody’s la rebajó hace un año a Baa2 debido a tendencias fiscales y económicas que, según explicó entonces, ‘persistentemente socavan’ el perfil crediticio del país.

Actualmente, Fitch Ratings pronostica un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México del 3.4% para el año 2023, después de un aumento del 3.2% en 2022. Sin embargo, la agencia proyecta una desaceleración en el crecimiento económico, estimando una tasa de crecimiento del 2.4% para 2024. Estos pronósticos reflejan un análisis integral de los factores internos y externos que influyen en la economía mexicana.

Proyecciones sobre el déficit fiscal y la deuda gubernamental

A pesar de la perspectiva de crecimiento económico, Fitch Ratings anticipa un aumento en el déficit fiscal del Gobierno mexicano en 2024. Este incremento se atribuye, entre otros factores, a los mayores gastos relacionados con las elecciones presidenciales programadas para junio de ese año.

La agencia estima que este déficit más amplio contribuirá a un aumento en la deuda del gobierno general en relación con el PIB, alcanzando el 47.7% en 2024, frente al 44.9% de este año. Aunque se espera un aumento constante en el mediano plazo, Fitch proyecta que la deuda se mantendrá por debajo de la mediana para la categoría ‘BBB’ (actualmente en 56%) a lo largo del horizonte de pronóstico.

Consideraciones políticas y posibles impactos electorales

La calificadora no anticipa que disturbios políticos ‘importantes’ durante el ciclo electoral afecten negativamente las perspectivas de crecimiento para 2024. Además, prevé cambios políticos limitados en caso de que el partido gobernante, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), gane las elecciones.

Desde la perspectiva de Fitch Ratings, la economía mexicana continuará beneficiándose de la llegada de empresas extranjeras mediante el fenómeno conocido como nearshoring, así como de la solidez en el consumo de la población.

La ratificación de la calificación crediticia de México por parte de Fitch Ratings, junto con las proyecciones económicas y fiscales, ofrece un panorama equilibrado de los desafíos y fortalezas que enfrenta el país. Si bien la perspectiva estable refleja la confianza en el marco macroeconómico y las finanzas externas, las proyecciones de aumento en el déficit fiscal subrayan la importancia de abordar de manera efectiva los desafíos económicos para mantener una base sólida a largo plazo.

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