Sinaloa sigue sumido en la violencia, esta vez con el hallazgo de tres cuerpos y el secuestro de un policía y un civil en los municipios de Culiacán y Mazatlán. A pesar del despliegue de fuerzas federales y estatales, la inseguridad sigue latente en la región.
El reporte de las líneas de emergencia alertó a las autoridades sobre un grave incidente en la sindicatura de Quila, en Culiacán, donde civiles armados derribaron un portón de una vivienda y sacaron por la fuerza a un policía municipal cuya identidad aún no ha sido revelada.
En otro hecho alarmante, en la colonia Valle Alto, también en Culiacán, un grupo de individuos armados secuestró a un civil identificado como un herrero originario del municipio de Cósala, quien había llegado recientemente a la zona.
Mientras que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado informó sobre el hallazgo del cuerpo de un hombre con impactos de bala en el libramiento de la carretera Benito Juárez, a las afueras de la capital estatal.
Por otro lado, en la carretera México-Nogales, a tan solo cuatro kilómetros de Mazatlán, se descubrieron los cuerpos de dos personas con evidentes signos de tortura y disparos de arma de fuego, siendo una de las víctimas una mujer.
Suman 142 personas detenidas
Desde el inicio de la ola de violencia en Sinaloa, las fuerzas federales y estatales han logrado la detención de 142 personas, y se han asegurado un total de 733 armas de fuego.
El Secretario de Seguridad Pública del Estado, Gerardo Mérida Sánchez, dio a conocer estos resultados durante la conferencia semanal del gobernador Rubén Rocha Moya. Según el funcionario, en la semana del 11 al 17 de noviembre se realizaron operativos que llevaron a la detención de 25 personas, incautando un total de 86 armas de fuego, 482 cargadores y más de 34 mil cartuchos útiles.
Además, se informó que durante diversos operativos también se logró la recuperación de 17 vehículos con reporte de robo, lo que representa un avance importante en la lucha contra la delincuencia en la región.
Estas acciones forman parte de los esfuerzos conjuntos entre las autoridades estatales y federales para combatir la violencia y el crimen organizado en el estado. Las cifras revelan un trabajo arduo y coordinado que busca garantizar la seguridad de la población y acabar con la impunidad.