El caso de abuso sexual sufrido por Liz, una joven trabajadora en su primer día de empleo,generó una gran conmoción en las redes sociales y medios de comunicación locales. Liz decidió alzar la voz para denunciar lo que sufrió a manos de su empleador, Fabián de la Cruz, dueño de un restaurante ubicado en Zárate, Argentina. Su valiente testimonio no solo permitió que su caso saliera a la luz, sino que también destapó otros posibles abusos cometidos por este hombre, que se encontraba trabajando con varias mujeres en su negocio de comida.

El relato de Liz es desgarrador. Durante su primer día en el restaurante, Fabián, quien además era amigo cercano de la hermana de la víctima, le ofreció una bebida, que aparentemente contenía una sustancia para drogarla. Cuando Liz despertó, se dio cuenta de que había sido atacada sexualmente. Con la firme intención de evitar que la joven denunciara lo ocurrido, el agresor intentó sobornarla, invitándola de vacaciones a Mar del Plata y prometiéndole una compensación económica de 100,000 pesos. Sin embargo, Liz no cedió ante su agresor y, al llegar a casa, compartió lo sucedido con su madre y ambas hicieron la denuncia.

Lo que parecía un caso aislado pronto se convirtió en algo mucho más alarmante. A través de las redes sociales, una creadora de contenido identificada como Ana Gabriela Sierra compartió mensajes de mujeres que afirmaron haber trabajado para el mismo dueño del restaurante, revelando detalles sobre su comportamiento inapropiado y abusivo. En uno de los testimonios, una exempleada narró cómo, en agosto de 2022, decidió abandonar el trabajo después de que Fabián hiciera comentarios extremadamente incómodos.

A medida que las denuncias aumentaron, también lo hicieron las revelaciones sobre el comportamiento inquietante de Fabián. Varias mujeres compartieron sus experiencias, acusando al dueño del restaurante de tomar fotografías inapropiadas a escondidas de sus empleadas. Una de las exempleadas reveló que, al usar el celular del local, encontró fotos de las trabajadoras, donde Fabián se había dedicado a hacer acercamientos y zoom en sus partes íntimas.

El impacto del caso de Liz fue tal que, además de las numerosas denuncias públicas, Fabián de la Cruz terminó siendo arrestado tras la denuncia formal presentada por la joven. Las mujeres que trabajaron con él durante su tiempo al frente del restaurante están decididas a que se haga justicia. Varias de ellas expresaron su deseo de ver al agresor tras las rejas y evitar que siga perpetrando este tipo de delitos.

“Justicia por tu hija, Ana. ¡Preso tiene que ir!”, se leía en uno de los mensajes publicados en las redes sociales. Las redes no solo han servido como una plataforma para denunciar a este hombre, sino también como un espacio de apoyo y solidaridad hacia las víctimas, quienes, de no ser por Liz, probablemente habrían permanecido en el silencio.

El caso puso en evidencia la necesidad de una mayor vigilancia sobre el trato hacia los empleados en los lugares de trabajo, así como la importancia de que las víctimas se sientan acompañadas y protegidas para denunciar los abusos sin miedo a represalias.

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