Apreciar mi tiempo
El tiempo de cada quien está ahí, sólo debemos saber encontrarlo, administrarlo con propiedad.
Ser verdaderos sabios al utilizar el tiempo, darle prioridad a las cosas que realmente lo merecen.
Establecer una escala en la importancia de nuestras actividades e ir detrás de ellas hasta alcanzarlas, porque ¿quién tiene garantía de que podrá hacer algo mañana? ¿quién sabe lo que mañana ocurrirá? Nadie, nadie tiene ese mágico poder, por eso todo lo que podamos hacer hoy, no lo debemos dejar para el otro día.
Cada persona debe establecerse su propia temporización. Para amar, para trabajar, para recrearse, para crecer… para ser.
Desde que nacemos, nuestro tiempo comienza a correr, nunca se detiene, sólo sigue su transitar y somos nosotros los humanos, quienes con él, a su paso, tenemos que marchar.
Aprovechar el tiempo es, saber exprimir cada instante, es vivirlo. La mayoría de las veces estamos donde no queremos estar, hacemos lo que no deseamos, y en situaciones como esas, sólo lo perdemos.
Una manera de gozar, de aprovecharlo, es estableciendo plazos. Eso nos ayuda a ser concretos, a fijarnos límites y lograr tener un mejor control siempre y cuando atendamos los parámetros de la libertad y flexibilidad que como adultos podemos manejar.