Necesito que sepas que eres poderoso
Eres poderoso porque sobrevives. Cuando se lanza en un bucle o se derriba, tiene la capacidad de adaptarse y recuperarse.
Cada contratiempo al que te has enfrentado es otra herramienta que alimenta el fuego que tienes para triunfar. Sobrevivir no es fácil, especialmente si no te han tocado una mano fácil.
Cuando las palabras y acciones de las personas tóxicas comienzan a filtrarse y engancharse como una sanguijuela, sabes que no debes alejarte rápidamente, sino cómo desalojarte de su negatividad.
Cuando sientas que te estás ahogando en todo sin un final a la vista y sin ningún lugar al que acudir, te lo prometo.
Los momentos de debilidad no te despojan del poder.
Te levantas sin pedir permiso a nadie porque no lo necesitas. La única persona a la que debes responder es a ti mismo y eres una fuerza a tener en cuenta. Entonces, ¿qué pasa si eres de voz suave? La fuerza no tiene que provenir de ser ruidoso.
Con la cabeza en alto y sin un temblor en la voz, no tienes miedo de defenderte.
En ese mismo caso, no tienes miedo de defender a aquellos que no pueden hablar por sí mismos. Extiendes una mano amiga incluso cuando no te la han dado y no pides nada a cambio.
Es mejor mostrar a otras mujeres cómo ser poderosas que arrastrarlas hacia abajo.
Eres poderoso porque te han roto el corazón y has descubierto cómo volver a unir las piezas. No permitiste que el dolor y la herida te impidieran tener la oportunidad de dejar entrar a otra persona.
Decidiste que el amor vence al odio y que revolcarse en la tristeza solo puede durar un tiempo. Decidiste que merecías el amor que has estado tratando de dar a otro y que no ibas a dejar que nada se interpusiera en tu camino.
Eres poderoso porque eres suficiente.
En un mundo de competitividad constante y una sociedad que es tan rápida para emitir juicios, eres una mujer fuerte porque eres tú.
No intentes ser otra persona que no seas tú mismo si eso no es lo suficientemente bueno para los demás, cortésmente pero rápidamente muéstrales la puerta. No trabajas en fingir ser alguien que no eres.
Eres una tormenta. Trabajas para ser la mejor versión de ti mismo, creciendo y descubriendo nuevos caminos para la aventura mientras muestras bondad a quienes te rodean. Solo estás tratando de triunfar en este juego de la vida y vivirlo en tus propios términos.