A veces nos ahogamos tanto por la incertidumbre del amor que permitimos que el miedo se presente en nuestros pensamientos y acciones. El amor y la vida son lo mismo en lo que se refiere a la incertidumbre. No hay garantía de que nos despertaremos a la mañana siguiente, pero nuestras expectativas nos llevan a creer que lo haremos y vivimos nuestras vidas apenas reconociendo esa incertidumbre.

Entonces, ¿por qué no deberíamos hacer lo mismo cuando se trata de amor? ¿Por qué permitimos que la incertidumbre de una relación nos impida disfrutar el tiempo que tenemos juntos? Uno de los mayores placeres de la vida es tener a alguien con quien compartir nuestro tiempo, por lo que debemos dejar de intentar predecir y controlar el futuro y simplemente apreciar el amor que está experimentando en el momento. No puedes vivir tu vida huyendo de lo hipotético.

La mayor parte del tiempo estamos demasiado ocupados mirando hacia adelante para ver realmente lo que tenemos justo delante de nosotros. Podemos quedar tan atrapados tratando de evitar que el pasado se repita que lo recreamos, sin saberlo.

Una de las cosas más importantes que debemos tratar de hacer es mantenernos enraizados en el momento. Una vez que comenzamos a dejarnos llevar por nuestro mundo de fantasía, lentamente nos creamos problemas en la realidad. Escabullirse en un mundo que hemos evocado por miedo a la realidad es el mejor escapismo. Puede parecer que funciona en el momento, pero realmente solo hace las cosas más difíciles para ti a medida que pasa el tiempo. Es difícil lidiar con la realidad, pero no puedes vivir en una fantasía para siempre.

Necesitas aspirar a tratar cada día como si fuera el único día que tienes. Una vez que comience, notarás lentamente que ya no estás borracho de la duda. Te volverás más receptivo a lo que sucede a tu alrededor. Tendrás una mejor capacidad para ser abierto, sobre todo en la vida. Estarás más inclinado a disfrutar, porque no te preocuparás por lo que podría salir mal.