En la actualidad, el consumo de Coca-Cola se ha convertido en un hábito arraigado para millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, detrás de la satisfacción efímera que proporciona esta icónica bebida, se esconde un oscuro panorama de posibles consecuencias para la salud.
Según datos proporcionados por el sitio «El Poder del Consumidor», el alto consumo de Coca-Cola entre los mexicanos es uno de los más elevados a nivel global, teniendo un impacto significativo en la salud pública, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
Con más del 70% de participación en el mercado nacional de bebidas azucaradas embotelladas, los productos de Coca-Cola son omnipresentes en la vida diaria de muchas personas. Un estudio publicado en 2019 en la revista International Journal of Obesity reveló que el consumo de bebidas azucaradas, como la Coca-Cola, está directamente relacionado con la muerte de alrededor de 40,000 personas al año en México. De esas muertes, un 57% se atribuyen a la diabetes, un 33% a enfermedades cardiovasculares y menos del 1% a diferentes tipos de cáncer vinculados a la obesidad.
Laura Moreno Altamirano, investigadora del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, ha señalado que el consumo habitual de refrescos está asociado a una serie de enfermedades que van desde el sobrepeso y la obesidad hasta problemas más graves como la anemia, la depresión e incluso el Alzheimer.
Asimismo, investigaciones realizadas por la UNAM han revelado que los refrescos, incluida la Coca-Cola, contienen una combinación de ingredientes que pueden resultar perjudiciales para la salud. La fórmula conocida como 7X ha cambiado ingredientes naturales como el caramelo por agentes químicos de menor costo, lo cual podría representar un riesgo mayor para quienes la consuman.
El impacto de la Coca-Cola en la salud a largo plazo
El refresco contiene aproximadamente la mitad de su composición en azúcar, y se añade ácido fosfórico para neutralizar el exceso de dulzura. Sin embargo, esta combinación puede interferir con la absorción adecuada de calcio en el organismo, desencadenando problemas como la desmineralización ósea.
Además, el ácido fosfórico dificulta la absorción de hierro, aumentando el riesgo de desarrollar anemia y debilitando el sistema inmunológico. En conclusión, el consumo excesivo de Coca-Cola y otras bebidas azucaradas puede tener graves repercusiones para la salud a corto y largo plazo. Es importante considerar estos riesgos y buscar alternativas más saludables para mantener un estilo de vida equilibrado y prevenir enfermedades relacionadas con el consumo de este tipo de productos.
Te puede interesar: Conectarse a WiFi público podría poner en riesgo tu información personal