Un caso insólito encendió las alarmas entre activistas y defensores de los animales. Una joven, presuntamente estudiante universitaria, fue captada recientemente mientras asistía a un bar cercano a la FES Iztacala, en el Estado de México, con su gato guardado en una mochila. Las imágenes del pequeño felino, visiblemente incómodo en un entorno de ruido extremo y sin condiciones adecuadas, se viralizaron rápidamente, provocando una oleada de indignación en redes sociales.

La Asociación Civil Mundo Patitas fue quien dio la voz de alerta a través de su página oficial de Facebook. En su publicación, denunciaron que la joven, aparentemente estudiante de nivel superior, expuso al gato a un ambiente de alto estrés dentro del Bar Baika, lugar frecuentado por universitarios, ubicado a escasos metros de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala.

“Debería saber que, si se va de antro, NO debería llevarse a su gato Dexter, pues lo expone a mucho estrés debido a los altos decibeles de ruido y metido dentro de una mochila con tan poca ventilación, también a mucho calor”, señalaron en la denuncia pública.

Indignación y llamados a la conciencia

La publicación estuvo acompañada de varias imágenes que mostraron al felino dentro de una mochila cerrada, en medio del bullicio del bar. Estas pruebas desataron una fuerte discusión en redes sociales, donde usuarios exigieron que se tomen medidas tanto contra la joven como contra el establecimiento por permitir el ingreso de animales a un espacio que claramente no está diseñado para su presencia.

Defensores de los animales recalcaron que no se trata de exageración: los gatos, por naturaleza, son sensibles a los ruidos fuertes, a los espacios reducidos y a los ambientes con muchos estímulos. Exponerlos a estas condiciones puede causarles graves cuadros de estrés, ansiedad o incluso problemas físicos.

Mundo Patitas también señaló la responsabilidad del bar en este incidente, exigiendo que el Bar Baika implemente normas más claras para evitar situaciones similares en el futuro.

“El Bar Baika, muy cercano a la Facultad, debería prohibir el acceso a sus instalaciones con animales vivos, por obvias razones”, remarcaron.

Hasta el momento, ni la joven señalada ni el bar han emitido comunicados oficiales para aclarar la situación o asumir alguna postura ante la denuncia.

¿Maltrato animal?

Expertos señalaron que llevar a un gato a un antro o bar podría considerarse una forma de maltrato animal, especialmente si se demuestra que el animal fue expuesto a calor, falta de ventilación, ruidos extremos y estrés prolongado. Aunque este tipo de situaciones rara vez terminan en sanciones legales, las organizaciones civiles están empujando para que se visibilicen más estos casos y se refuercen las leyes de protección animal en México.

En el Estado de México, el maltrato animal está tipificado como delito. Según el Código Penal de la entidad, se considera maltrato cualquier acción u omisión que cause sufrimiento innecesario a un animal. La sanción puede ir desde multas económicas hasta prisión, dependiendo del grado de daño causado.

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