Descubre el origen del tradicional Pan de Muerto, una delicia con historia
01/11/2024 - Hace 2 horas en MéxicoDescubre el origen del tradicional Pan de Muerto, una delicia con historia
El Día de Muertos es una celebración que se ha arraigado en la cultura mexicana, siendo una de las festividades más esperadas y queridas del año. Una de las tradiciones más emblemáticas de esta festividad es la ofrenda, en la que se colocan diversos elementos como agua, sal, frutas y, por supuesto, el delicioso pan de muerto.
Pero, ¿cuál es el origen de este pan tan especial? Para responder a esta pregunta, es necesario remontarnos a las antiguas culturas prehispánicas que habitaban en el territorio mexicano.
Las ofrendas a los muertos eran una práctica común entre las culturas precolombinas, y tenían como objetivo honrar a los seres queridos que habían fallecido. Una de las ofrendas más representativas era la dedicada a la diosa Cihuapipiltin, quien era honrada con panes de diversas figuras hechos a base de amaranto y maíz, así como con tamales y maíz tostado.
En las crónicas de fray Diego de Durán se menciona la ofrenda al dios Huitzilopochtli, en la que se elaboraban panes a base de amaranto y miel, así como huesos y tortillas pequeñas. Estos panes tenían una gran importancia en las ceremonias religiosas de la época prehispánica, y eran considerados ofrendas sagradas.
Uno de los antecedentes más cercanos al pan de muerto actual era el «huitlatamalli», que se asemejaba a un tamal y era parte esencial de las ofrendas funerarias. Además, existía un pan llamado «papalotlaxcalli» o pan de mariposa, el cual se elaboraba de manera similar al pan de muerto actual, pero con un sello en forma de mariposa en la masa.
Con el paso del tiempo, estas tradiciones se fueron fusionando con las costumbres traídas por los colonizadores españoles, dando origen al pan de muerto que conocemos hoy en día. Este pan redondo, decorado con tiras de masa simulando huesos y espolvoreado con azúcar, se ha convertido en un símbolo de las ofrendas de Día de Muertos en México.
Esta tradición de ofrendar pan de muerto se ha preservado de generación en generación, incluso pasando fronteras. Tan es así que «el ritual» fue catalogado en 2008 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Así pues, el pan de muerto no solo es una delicia gastronómica, sino también un reflejo de la rica historia y cultura de México. Cada mordida de este pan tradicional nos conecta con nuestras raíces prehispánicas y nos recuerda la importancia de honrar a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros.
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