Lo que debía ser un vuelo de rutina entre Florida y California, se convirtió en una auténtica pesadilla para la tripulación de JetBlue Airways, luego de que un pasajero identificado como Dennis Wally Woodbury, de 49 años, protagonizara una serie de comportamientos inaceptables que lo han llevado a enfrentar cargos federales por abuso sexual.

Woodbury, quien fuera capitán de la Patrulla de Carreteras de California, fue acusado formalmente por un gran jurado federal tras haber acosado sexualmente a dos auxiliares de vuelo durante un trayecto realizado el pasado 13 de abril. Los hechos descritos en los documentos judiciales son alarmantes: comentarios sexuales inapropiados, gestos ofensivos, el uso de imágenes de contenido explícito y contacto físico no consentido, incluyendo tocamientos a un tripulante.

El incidente comenzó poco después del despegue, cuando Woodbury, presuntamente en estado de ebriedad, comenzó a lanzar comentarios groseros hacia el personal de cabina, haciendo gestos obscenos y mostrando imágenes sexualmente explícitas. Sin embargo, el momento más grave llegó cuando el exoficial tocó las nalgas de un auxiliar de vuelo y realizó actos indecentes dentro de la cocina del avión, en presencia del personal.

Pese a múltiples advertencias por parte de la tripulación, el hombre no detuvo su comportamiento. Testigos indicaron que insistía en pedir más vino y repetía su conducta provocadora, ignorando por completo las indicaciones del personal.

Los hechos fueron reportados inmediatamente al aterrizar y la investigación fue tomada por el FBI junto con la Policía del Aeropuerto de Los Ángeles. Los dos auxiliares de vuelo afectados dejaron claro ante las autoridades que ninguno de los actos cometidos por Woodbury fue consentido, lo que refuerza el cargo de contacto sexual abusivo en su contra.

Actualmente, Woodbury se encuentra en libertad tras pagar una fianza de 50 mil dólares, pero deberá comparecer ante la justicia el próximo 12 de mayo en una audiencia programada en Los Ángeles.

El caso generó una ola de indignación en redes sociales y entre defensores de los derechos de trabajadores aéreos, quienes exigen mayores garantías de seguridad y protocolos más estrictos para tratar con pasajeros agresivos, sin importar su historial profesional o cargos previos.

“Un avión no es lugar para el abuso, y nadie, absolutamente nadie, debería tolerar este tipo de conductas”, señaló un representante sindical del personal de cabina en Estados Unidos.

Mientras tanto, la aerolínea JetBlue aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el caso, aunque se espera que en los próximos días se pronuncien sobre las acciones tomadas para apoyar a su equipo y prevenir incidentes similares.

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