La mitología Maya cuenta con una historia sobre el origen del calor extremo durante la canícula, efecto que aún se siente tras concluir el invierno y se trata de la leyenda de Kaan Iik’ Kúul, una serpiente ancestral.

Según la tradición, esta criatura fue concebida cuando una princesa maya obligó a un dios a engendrar un hijo con ella, al que llamaron Kaan Iik’ Kúul y fue confinado en una bóveda por sus hermanos, pero al crecer, desarrolló cuernos y alas, y finalmente fue liberado.

La serpiente voló hacia el mar y fue encerrada en las profundidades del océano, pero, se le permite salir una vez al año, causando intensas olas de calor cuando emerge.

Esta leyenda resuena especialmente en Yucatán, donde se transmite de generación en generación como un recordatorio de los efectos del calor extremo durante la canícula, este fenómeno, según la mitología, esto ha generado estragos en el clima y la agricultura.

¿Qué es la canícula?

La canícula es el período más caluroso del año, generalmente desde finales de julio hasta principios de agosto. Durante este tiempo, las temperaturas pueden superar los 40 grados centígrados, afectando tanto al medio ambiente como a la salud humana. Esta época se relaciona con la alineación del sol con ciertas constelaciones, y sus efectos son comparables a los descritos en la leyenda de Kaan Iik’ Kúul.

Consejos para enfrentar el calor extremo

Para protegerse durante la canícula, es vital mantenerse hidratado y evitar la exposición al sol en las horas pico. El uso de ropa ligera, sombreros, y protector solar son medidas esenciales, junto con tecnologías modernas como aire acondicionado y ventiladores para mitigar el calor. La historia de Kaan Iik’ Kúul no solo es un mito, sino también una advertencia cultural sobre la necesidad de adaptarse y respetar los ciclos naturales.

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