En una escena que ha dado la vuelta a las redes sociales y emocionado a miles, la Reina Letizia de España protagonizó un momento tan inesperado como entrañable durante su visita a la ciudad de León. En plena entrada al Auditorio Municipal, donde encabezó el acto central del Tour del Talento y la proclamación del Premio

Letizia, elegantemente vestida con un traje verde botella, fue recibida con calidez por un grupo de ciudadanos que se congregaron para verla. No faltaron los piropos: “¡Majísima!”, “¡Guapísima!”, “¡Viva la Reina!”, le gritaron con entusiasmo. Sin embargo, lo que realmente capturó el espíritu del día fue un momento breve pero lleno de simbolismo: al saludar a una señora mayor del público, esta le pidió tomarse una foto con ella, pero no sabía cómo hacerlo.

Lejos de incomodarse o delegar el asunto, Letizia tomó con naturalidad el teléfono móvil de la mujer, le explicó cómo se tomaba una selfie y posó junto a ella con una sonrisa genuina.

El gesto provocó una oleada de aplausos y comentarios positivos entre los presentes. “¡Qué simpática!”, “¡Muy cercana!”, se escuchaba entre los asistentes. La reina, lejos de limitarse a ese encuentro, accedió a tomarse más fotografías con otras personas del público, consolidando una imagen de cercanía que rompe con los rígidos moldes que tradicionalmente han rodeado a la monarquía.

Este tipo de actitudes no son nuevas en Letizia, pero cada vez ganan más visibilidad. En sus apariciones públicas, la Reina ha apostado por una conexión más directa con la ciudadanía, en especial con jóvenes, mujeres y personas mayores.

En esta ocasión, además de presidir el evento empresarial, participó en encuentros con representantes de iniciativas juveniles y escuchó de primera mano sus proyectos e inquietudes. Sus palabras de ánimo a los finalistas del premio empresarial fueron recibidas con entusiasmo y admiración.