El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), compartió durante su conferencia matutina los detalles sobre sus platillos favoritos de Tabasco, destacando dos guisos tradicionales que le fascinan: «el puchero» y el «caldo de cadera«.

El puchero

El mandatario mexicano describió con gran entusiasmo la experiencia de disfrutar de «el puchero», un caldo a base de carne de res con hueso y verduras como zanahoria, calabaza, maíz, yuca y macal.

Según López Obrador, este platillo, tan común en la región, era la comida más popular en los pueblos de antaño, donde el valor de la carne de res variaba según su corte. El presidente recordó con nostalgia cómo el tuétano del hueso se con tortillas calientes y sal, aunque admitió con humor que no era la opción más saludable.

«El que tenía para pulpa, bistec, ya era otro nivel, pero lo que más se consumía era la carne con hueso, y luego el hueso traía tuétano, (que se come) con tortilla caliente y sal, pero no es tan bueno para la salud«, explicó.

Caldo de cadera

Además, López Obrador mencionó el «caldo de cadera», otro platillo emblemático de Tabasco que, según él, se hace sacrificado de chivos. Aunque no profundizó en los detalles de esta receta, el presidente lo comparó con la famosa feijoada brasileña, que consiste en frijoles con cerdo, incluyendo partes menos tradicionales como la cabeza y el cachete. El mandatario destacó la evolución de este plato en Brasil, que pasó de ser un alimento de los más humildes a convertirse en un ícono gastronómico nacional.

«Uno de los platillos más sabrosos, nada más que es caro y es nada más en octubre, es el mole de cadera, y tiene una historia como el platillo favorito en Brasil: la Feijoada«, mencionó.

De esta manera, para el presidente López Obrador, «el puchero» y el «caldo de cadera» son mucho más que simples alimentos: representan la identidad culinaria de Tabasco y la riqueza cultural de México.

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