La constancia, la disciplina y el esfuerzo finalmente tienen premio. Jacob Rodríguez, estudiante de preparatoria en Texas, se convirtió en el protagonista de dio la vuelta en redes sociales, donde fue ovacionado como símbolo de compromiso y perseverancia.

Este reconocimiento no fue obra del azar ni de una donación particular, sino parte de un programa diseñado por la Preparatoria Nixon, que premia la asistencia perfecta con una rifa entre los alumnos que no faltaron a clases en todo el año. De los 16 finalistas que lograron esta hazaña, Jacob fue el afortunado ganador.

En palabras de sus padres, Jacob no es alguien que se deje vencer fácilmente. Aunque hubo días en los que se sintió mal, en los que el clima no ayudaba o simplemente estaba cansado, nunca dejó que esas excusas ganaran la batalla. “Es muy buen hijo, muy dedicado y disciplinado en sus clases”, dijo su padre, Jesús Rodríguez, visiblemente emocionado por el logro de su hijo.

Desde sus años en la escuela primaria Gallego, Jacob ya demostraba ser un alumno destacado, pero este año superó todas las expectativas. A pesar de enfermarse ocasionalmente, jamás consideró faltar. “Incluso enfermo iba a clases, no quería perder la oportunidad”, mencionó el joven, quien confesó entre risas que aún no sabe manejar, pero ya se encuentra inscrito en clases de conducción.

La dinámica implementada por la preparatoria Nixon busca motivar a los alumnos a valorar la asistencia como parte del compromiso académico. A lo largo del año escolar, el reto consistía en no faltar ni un solo día. Quienes lo lograran entrarían a una rifa por un premio excepcional: una camioneta del año.

El programa fue recibido con entusiasmo por estudiantes y padres de familia. Aunque muchos lo veían como un reto difícil, los 16 alumnos que lograron completarlo demostraron que sí es posible mantener una rutina disciplinada, incluso en etapas tan demandantes como la adolescencia.

El momento más emotivo llegó cuando Jacob recibió la llave de su nueva camioneta ante los aplausos de sus compañeros, profesores y familiares. El vehículo, una Ford Escape 2025, representa más que un premio material: es símbolo de su esfuerzo, constancia y dedicación.

Jacob agradeció a la escuela por haberle dado la oportunidad, pero también reconoció el rol fundamental de sus padres, Erica y Jesús Rodríguez, quienes estuvieron ahí todos los días apoyándolo y motivándolo. “Este premio también es de ellos”, dijo el joven conmovido.

Directivos ya consideran repetir la dinámica el próximo año con un nuevo incentivo, al haber comprobado que puede ser una herramienta poderosa para fomentar la responsabilidad y la asistencia escolar.

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