La reciente prohibición de vender comida chatarra en las escuelas mexicanas ya está generando sus primeras reacciones… y no precisamente desde el gobierno o el sector educativo, sino desde los propios salones de clase. A pocos días de entrar en vigor esta nueva regulación, un grupo de alumnos de secundaria decidió tomar cartas en el asunto, pero de una manera que nadie esperaba: cocinando hotcakes en medio de una clase.

El video, que fue subido a redes sociales y ya se acerca al millón de reproducciones, muestra a varios estudiantes preparando panqueques con una parrilla eléctrica dentro del aula. Mientras se escucha el murmullo típico de una clase en curso, los jóvenes vierten la mezcla, voltean los hotcakes y se ríen entre ellos.

El texto sobre el clip no deja lugar a dudas sobre su intención: "Nosotros en la escuela por qué Claudia Sheinbaum prohibió la comida chatarra", en referencia directa a la presidenta de México, quien ha sido una de las impulsoras clave de esta política como parte de su plan nacional de salud.

@erickck7

#hotkakes #escuela #chef

♬ sonido original – Lety

La medida, que entró en vigor el 29 de marzo, prohíbe la venta de productos ultraprocesados dentro de los planteles educativos del país. Su objetivo es claro: proteger la salud de niñas, niños y adolescentes, reduciendo el consumo de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y sodio. No obstante, la ejecución de la norma ya está dejando ver algunas grietas, especialmente cuando se trata de la reacción juvenil.

En redes sociales, el acto ha sido recibido con una mezcla de humor, ingenio y crítica social. Algunos comentarios celebran la capacidad de los adolescentes para adaptarse: “Al menos será una generación que sabrá cocinar”, bromeó un usuario.

Frases como “el profe: si me hacen uno los paso con 8” o “ojalá no hagan revisión de mochilas y ustedes ahí con el sartén, la parrilla, la mantequilla, la harina” no tardaron en viralizarse, reforzando la escena como un fenómeno cultural que refleja tanto el humor como el ingenio de la juventud mexicana ante decisiones gubernamentales.

Hasta el momento, no se ha identificado la escuela en cuestión ni se ha confirmado si los alumnos enfrentaron alguna sanción.

La Secretaría de Educación Pública tampoco ha emitido una postura oficial sobre este caso específico, aunque la situación plantea interrogantes importantes: ¿están las escuelas preparadas para ofrecer alternativas saludables reales? ¿Qué tan viable es implementar esta regulación sin generar rechazo o inconformidad entre los estudiantes?

La prohibición ha sido recibida con escepticismo en varios sectores, especialmente en comunidades donde el acceso a opciones alimenticias saludables es limitado o inexistente. Mientras tanto, la creatividad adolescente parece estar un paso adelante, respondiendo con recetas caseras e improvisación a una política que, aunque bien intencionada, puede haber sido impuesta sin el diálogo ni los recursos suficientes.