En la ciudad de Monterrey, un par de regios decidió darle un giro especial a la celebración de Halloween al llegar a una fiesta de disfraces caracterizados como Pedro y Pablo Picapiedra, los icónicos personajes de la famosa serie animada de Los Picapiedra . Lo que más llamó la atención de todos los presentes fue el impresionante ‘troncomóvil’ en el que estos hombres llegaron al evento, emulando así la emblemática forma de transporte utilizada por los personajes de la serie.
Fue a través de la popular plataforma TikTok que un video compartido por un usuario captó el momento en que Pedro y Pablo Picapiedra hacen su gran entrada a la fiesta en el carro de madera, acompañados de la leyenda: “Creo que mi familia se toma en serio las fiestas de disfraces”. La originalidad y el detalle del disfraz no pasaron desapercibidos, generando una ola de reacciones y comentarios por parte de los internautas.
En otro vídeo compartido por el mismo usuario, se mostró el proceso de elaboración del ‘troncomóvil’, donde se observa detalladamente la construcción de la estructura de madera, la colocación de un material blanco como techo y respaldo, así como la incorporación de dos grandes. cilindros como ruedas para que el vehículo pueda desplazarse. Sorprendentemente, el carro tenía capacidad para dos adultos y un niño pequeño, quienes debían mover los pies mientras estaban sentados para que el carro pudiera avanzar.
Un Halloween inolvidable en Monterrey
Pero Pedro y Pablo Picapiedra no fueron los únicos en destacar en la fiesta de Halloween, ya que también se contó con la presencia de tres mujeres disfrazadas de porristas zombies que sorprendieron a todos con una coreografía especial. Además, Batman y Gatubela hicieron acto de presencia como los anfitriones de la celebración, presentando un espectacular número de baile que deslumbró a los asistentes. La decoración de la fiesta no se quedó atrás, con arañas gigantes colgando de las paredes, esqueletos asomándose por el techo, luces naranjas y moradas creando un ambiente misterioso y terrorífico. Los adornos con movimiento, como un payaso que mece muñecos de niños en sus manos, agregaron un toque extra de inquietud a la festividad.