Una escena que parece sacada de una comedia urbana, pero que es tan real como la cotidianidad del transporte público se volvió viral en las últimas horas: dos mujeres discutieron acaloradamente por un asiento disponible en el Metrobús de la Ciudad de México, pero mientras ninguna cedía, un joven cansado del espectáculo decidió resolver el conflicto a su manera… ¡y se quedó con el lugar!

Las imágenes mostraron cómo un asiento vacío junto a la ventana desató una intensa discusión entre dos pasajeras que alegaban tener el derecho a ocuparlo. La primera mujer, vestida de azul, pedía que la dejaran pasar, mientras que la otra, en verde, aseguraba haberlo apartado con una bolsa.

Entre reclamos y argumentos como “es que yo le dije que me apartara” y “nadie puede apartar lugares”, la tensión aumentó ante la negativa de la joven sentada en el pasillo para permitir el paso al asiento contiguo. “Nos vamos paradas las dos entonces”, amenazó una de las pasajeras, evidenciando que ninguna pensaba ceder.

Fue en ese momento de máxima tensión cuando surgió el inesperado giro de la historia: un joven, que viajaba de pie frente a la escena y que había sido testigo silencioso del altercado, decidió actuar. Sin mediar palabra, se impulsó, brincó por los tubos del Metrobús y se sentó en el asiento en disputa, ante la mirada atónita de los presentes. “A últimas me siento yo”, declaró con firmeza, poniendo fin a la batalla por el lugar.

El video también abrió un debate sobre la problemática de apartar asientos en el transporte público y el comportamiento de los pasajeros en situaciones de congestión. Muchos usuarios coincidieron en que el gesto del joven fue una lección de civismo para quienes intentan imponer reglas propias en espacios comunes.

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