La noche del sábado pasado se tornó de júbilo a pánico en un salón de fiestas de Juárez, Nuevo León, cuando un hombre irrumpió inesperadamente en el espectáculo del popular payaso regiomontano conocido como Traztraztracatelas y lo amenazó con un cuchillo. El incidente, captado en video por el propio equipo de grabación del artista, mostró cómo lo que debía ser una rutina de risas y bromas se convirtió en un angustiante forcejeo que pudo haber tenido consecuencias graves.

Transcurría con normalidad la dinámica en la que el payaso, ataviado con su característico maquillaje blanco y rojo, ejecutaba un número de baile alrededor de una asistente sentada en una silla. De pronto, un joven se abrió paso entre el público y, con paso decidido, se adelantó hasta el ring improvisado. Portando una mochila al frente, extrajo un arma blanca y apuntó al pecho de Traztraztracatelas, mientras este retrocedió, visiblemente sorprendido.

Las asistentes, en su mayoría mujeres, reaccionaron de inmediato: varias saltaron al escenario para interponerse entre el agresor y el artista, mientras otras gritaban para alertar al personal de seguridad. La propia mujer a quien iba dirigido el show y protagonista de la rutina fue quien, con agilidad, alcanzó a tomar del brazo al joven y alejarlo antes de que pudiera pasar a mayores.

Una vez controlada la situación, el payaso se dirigió al lente de la cámara con voz temblorosa y comentó:

“Sacó un cuchillo; no podía creerlo. Uno viene a divertir y termina viviendo algo así.”

En su cuenta de Instagram, el artista compartió su indignación:

“Qué miedo que estás haciendo tu trabajo y te quieren atacar con un cuchillo. Afortunadamente todo quedó en susto.”

Varios de los asistentes grabaron el suceso y lo difundieron en redes sociales, donde en pocas horas se viralizó, acompañando las imágenes con mensajes de solidaridad y exigencias para que el comediante presente la denuncia correspondiente.

Hasta el momento no se ha confirmado si el payaso presentará una denuncia formal ni cuál es el estatus del presunto agresor, cuya identidad se mantiene bajo resguardo por la autoridad local. En los días siguientes, se espera que el comediante emita un comunicado oficial y que las investigaciones arrojen luz sobre las motivaciones del asaltante: si se trató de un desequilibrio personal, de una venganza o de un simple acto de intolerancia.

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