En una historia que parece sacada de una serie de suspenso o una comedia romántica mal escrita, un hombre se volvió viral luego de descubrir que su novia le había colocado un dispositivo de rastreo en su carro. El impactante hallazgo provocó una oleada de reacciones en redes sociales, entre bromas, indignación y debates sobre los límites de la confianza en las relaciones amorosas.

Todo comenzó cuando el usuario identificado como “Flanders” compartió un breve, pero revelador video titulado “Ah, mentirosilla, no eres bruja”, donde mostró cómo halló un Apple AirTag escondido en su automóvil. El dispositivo, del tamaño de una moneda, había sido colocado estratégicamente para no ser detectado, pero el hombre logró dar con él y documentó el momento con un toque de humor sarcástico.

El video rápidamente se volvió tendencia: en menos de 24 horas ya había acumulado más de 11 millones de reproducciones y cerca de 1.2 millones de “me gusta”, convirtiéndose en uno de los temas más comentados del día.

La comunidad digital no tardó en opinar. Mientras algunos usuarios tomaron el asunto con humor lanzando memes sobre novias "clarividentes", otros expresaron su preocupación por el nivel de control y toxicidad que implica rastrear a una pareja sin su consentimiento.

“Algo tienes que estar haciendo para que tu mujer llegue a esos límites”, escribió una usuaria, abriendo un debate sobre culpas compartidas y los límites del espionaje emocional.

Otros se centraron en aspectos técnicos, discutiendo la duración y el funcionamiento del AirTag. Según expertos, estos dispositivos tienen una vida útil de aproximadamente un año (unas 8,760 horas) y pueden ser monitoreados con alta precisión a través del sistema "Buscar" de Apple, lo que hace aún más inquietante su uso en relaciones humanas.

El caso reavivó una discusión social más profunda: ¿hasta qué punto es aceptable vigilar a una pareja? Aunque algunas personas justifican estos actos bajo el argumento de “proteger la relación”, especialistas en psicología advierten que estas conductas suelen ser indicativas de desconfianza, control y dinámicas tóxicas que pueden escalar a situaciones más graves.

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