En la era de las redes sociales, donde cualquier mensaje puede volverse viral, ni el cielo se salva del escándalo. Un autodenominado “profeta” chiapaneco, Juan Hernández López, causo un auténtico revuelo en TikTok y otras plataformas digitales luego de lanzar una insólita petición: nada más y nada menos que una casa, un auto y un helicóptero… a cambio de la salvación eterna.

Sí, leíste bien. Según este singular personaje, la vida eterna tiene su “precio”, y para continuar con la obra divina, necesita estar bien equipado. En un video que rápidamente acumuló miles de visualizaciones y comentarios, se escucha a Hernández decir con total convicción:

“¿Qué necesita el profeta Juan? Una casa para la obra de Jesucristo y un carro para predicar donde ustedes no van”.

Y si eso no fuera suficiente, también añadió a su lista de “necesidades celestiales” un helicóptero, que suponemos sería para predicar desde las alturas.

Evangelización con aire acondicionado y motor

Juan Hernández, oriundo del municipio de Zinacantán, no es ajeno a pedir apoyo material. En el pasado ya había solicitado un celular, zapatos y hasta una pantalla para seguir su labor evangelizadora. En aquella ocasión, varios seguidores respondieron con donaciones. Pero esta vez, su ambición pareció rebasar los límites de la fe popular.

Dirigiéndose directamente a los empresarios y personas con dinero, el “profeta” lanzó un claro y polémico llamado:

“¡Necesitamos que siembren, ricos!”.

Sus palabras fueron pronunciadas con tono urgente mientras caminaba por calles y mercados, gritando: “¡Cristo viene, Cristo viene!”, con un celular en la mano que usaba como si fuera un micrófono divino.

Redes divididas: ¿Fe o fanatismo?

Como era de esperarse, las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar. El clip desató una tormenta de opiniones, desde burlas y memes hasta comentarios serios sobre el límite entre la libertad de expresión religiosa y el posible abuso de la fe.

Algunos usuarios ironizaron con frases como:

• “La vida eterna por un coche. ¿Dónde firmo?”
• “Este profeta no anda perdido… anda bien ubicado.”
• “Más que pastor, parece político.”
• “El verdadero profeta andaba a pie, no en helicóptero.”

Otros, sin embargo, defendieron al predicador, argumentando que tiene derecho a pedir ayuda si realmente está comprometido con su misión espiritual.

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