Las imágenes, grabadas en Yungay, Áncash (Perú), mostraron a un perro de tamaño mediano y color negro ingresando de manera inocente a la ceremonia religiosa. El canino caminó tranquilamente por debajo de la mesa de la eucaristía, pero su presencia incomodó al sacerdote, quien, sin pensarlo dos veces, le propinó una patada.

El dolor del perrito fue evidente: se escuchó un grito agudo antes de que huyera del lugar corriendo. La reacción del sacerdote no solo sorprendió a los feligreses presentes —algunos de los cuales manifestaron descontento inmediato, cabe mencionar que estas imágenes son de tiempo atrás, pero han vuelto a cobrar relevancia tras la muerte del Papa Francisco y en el contexto reciente de la Semana Santa, volvió a encender el debate sobre el respeto hacia los animales.

Lejos de disculparse por su agresión, el sacerdote interrumpió la ceremonia para regañar a los presentes. Con evidente molestia, dijo:

“Ayer dije que saquen los perros, ¿por qué traen tres perros aquí?”

El regaño fue dirigido a toda la congregación, enfatizando que las mascotas no deberían estar dentro del templo. Sin embargo, para millones de usuarios en redes sociales, la violencia jamás debe ser una respuesta, especialmente en un espacio que debería promover la compasión.

Aunque la mayoría de los comentarios apuntaron al maltrato animal y a la falta de empatía por parte del sacerdote, algunas voces disidentes salieron en defensa del clérigo. Para estos usuarios, las iglesias son lugares sagrados donde no deberían permitirse animales, argumentando que mantener el orden y respeto durante la misa es fundamental.

Esta división de opiniones ha añadido más combustible al debate, exponiendo una vez más cómo los temas de respeto animal, cultura y religión pueden chocar fuertemente en la era digital.

Hasta el momento, no se ha emitido un nuevo comunicado oficial por parte de la diócesis local ni del propio sacerdote involucrado. Sin embargo, la fuerza del video viral puso de nuevo sobre la mesa la necesidad de promover una cultura de respeto hacia todos los seres vivos, independientemente del lugar o circunstancia.

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