AMBIENTE POLÍTICO… Cofre saqueado
Por: Eduardo Serrano
Regresarle al pueblo lo robado, no ha sido muy fácil que digamos; de hecho, ha sido más fácil robarle al Instituto, para ello creado, y así romper -una vez más- con el tercer postulado cuatroteísta, puesto que se ha mentido, se ha traicionado y ahora, evidentemente, se ha robado. El Ambiente Político ha sido testigo de la serie de inconsistencias que envuelven al Gobierno de “ya sabes quién”, que en últimas fechas ha sido capaz de rifar un avión sin rifarlo, pero que, dicho por él mismo, ese avión presidencial se va a vender. Estamos frente a un Gobierno que ha dado cátedra del manejo de la pandemia ante la ONU, sin embargo, ese mismo Gobierno ostenta uno de los primeros lugares a nivel mundial en fallecimientos por COVID-19. La renuncia de Jaime Cárdenas Gracia, a la dirección del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) en un periodo de tres meses, deja claro que esto, definitivamente, ¡no son enchiladas!
Y precisamente fue el mandamás de nuestra Nación, quien señaló que Cárdenas Gracia no le entró a la tarea de limpiar el Indep, cosa extraña, dado que dicho Instituto es de reciente creación. Ciertamente, el Servicio de Administración y Enajenación, que pasó a ser -de forma fugaz- el Instituto de Administración de Bienes y Activos, para luego convertirse en agosto de 2019 en el Indep, nació sucio y ni cuenta nos dimos, pero no fue solo eso, también le crecieron las uñas, ya que se tiene documentado que enfrenta deudas con proveedores y se tienen pendientes liquidaciones por pagar a extrabajadores de Ferronales y Luz y Fuerza, para lo cual no cuenta con dinero. Por si eso fuera poco, el Indep le debe 376 millones de pesos a una popular cadena de tiendas, y, según lo expresó la senadora Lily Téllez, todo empezó a partir de que se descubrió que fueron mutiladas unas joyas, que previamente habían sido aseguradas a grupos delincuenciales.
El abogado de profesión, Jaime Cárdenas, no le quiso entrar a la “limpia”, pero sí denunció las irregularidades encontradas en su carta de renuncia, enviada al Presidente de la República, quien metió dicha renuncia al “transformador”, señalando en su mañanera que la decisión de Cárdenas obedeció a dos factores: Miedo e impotencia; argumentando que “se necesitan ganas, convicción y arrojo para entrarle al proceso de transformación”. Sin embargo, Cárdenas Gracia había detectado que parte de los bienes decomisados, en efecto, habían sido “mutilados”, nada menos que por funcionarios del propio Indep; denunció además el presunto robo de bienes, las contrataciones para beneficiar a empresas en detrimento del Instituto y el uso inadecuado de los sistemas informáticos en las subastas electrónicas. Todo indica que el organismo creado para devolver al Pueblo lo Robado, desde la óptica de Cárdenas, se ha convertido en una cueva de ladrones.
Cárdenas definió al Indep como “un cofre de recursos importantes, pero no inagotable, para que el Gobierno federal realice su política social”, por eso, aunque le entre al quite Margarita González Sarabia, como nueva titular, ese cofre ya quedó manchado por los malos manejos de quienes -se supone- deben ser sus fieles guardianes, pues entre el reparto de los recursos del Indep, se encuentran dos mil millones de pesos para premios de la rifa del avión presidencial, es decir, de lo recuperado por concepto de “robos al pueblo”, se le “robo un poquito”, o digamos, “unos cachitos”, para tratar de disfrazar el fracaso de la dichosa rifa. Tiene razón Jaime Cárdenas al señalar que aunque el Indep reparte mucho dinero, paradójicamente, no tiene el dinero para cumplir sus propias obligaciones, pues ese “cofre”, en muy poco tiempo, y con muy poca vergüenza… ha sido saqueado.
Twitter: @LaloSerranoZ