Por: Eduardo Serrano

Luego de las comparecencias de los secretarios del Gobierno estatal y de los titulares de los organismos autónomos ante el pleno del Congreso del Estado, vale la pena reflexionar acerca del desempeño de cada uno de ellos, de los resultados que presentaron y de la capacidad de los legisladores para analizar dichas exposiciones. Más allá de las limitaciones que algunos mostraron en la formulación de las preguntas y hasta en la lectura de las mismas, quizás eso puede resultar banal cuando observamos en el Ambiente Político a una legislatura tan plural en términos partidistas y con amplia diversidad de opiniones inclusive al interior de cada grupo parlamentario, en la que se debe reconocer que existe la voluntad de acercar el Poder Legislativo a la ciudadanía, de la cual ha estado, históricamente, muy alejado.

El reclamo en cada época de campañas electorales en las que se ve involucrada la renovación del Congreso local, es precisamente ese distanciamiento. La aparición de órganos ciudadanos que ayuden a tejer puentes entre la sociedad y los entes gubernamentales, es fundamental para eliminar esa apreciación. Por eso, también es bueno reconocer los esfuerzos que al respecto realizan las y los diputados locales, tal como lo puntualizó el presidente de la Jucopo y coordinador del grupo parlamentario del PRI, Esteban Villegas Villarreal, quien aseguró que al llevar las sesiones del Congreso a los municipios, se puede propiciar de manera más activa la participación ciudadana, desde luego, en la creación de Leyes adecuadas a la realidad que vive nuestra entidad, entendiendo que eso puede disminuir a su mínima expresión las discusiones huecas en temas irrelevantes, que en muchos casos, ni siquiera son de la competencia de los legisladores.

Aquí es donde entra la parte que tiene que ver con la sociedad civil organizada, pues a partir del encuentro con Jorge Clemente Mojica Vargas y otros integrantes del Consejo Estatal Ciudadano, así como representantes estudiantiles, cobra mayor importancia el llamado parlamento abierto, pues a petición de Esteban Villegas, dicho organismo, que preside Mojica Vargas, podría fungir como vínculo entre el Congreso y la sociedad, para que precisamente se toquen esos temas de interés que recoge el Consejo en sus recorridos por las colonias, los poblados y las diferentes regiones, que dicho sea de paso, también son representadas por la gran pluralidad en el órgano legislativo, que a través de las y los diputados, ven desde diferentes ángulos las necesidades apremiantes de los duranguenses.

Los tiempos en la política de nuestro país han cambiado; ya no se puede ser un “servidor” sin estar dispuesto a servir, o peor aún, ser un “servidor inservible”, de esos que ni capacidad ni disposición tienen. Abrirse para escuchar las demandas sociales es un buen comienzo para estrechar los vínculos entre las autoridades, pero es necesario que la sociedad civil traduzca las demandas en solicitudes concretas, que no se pierdan en la petición de alguien que sólo pretenda llevar agua a su molino, sino que, por el contrario, contribuya a través de un verdadero compromiso a la construcción de políticas públicas que cambien el entorno, que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos y sean la puerta del desarrollo que sólo se da a partir de la apertura de quienes ostentan el poder. El parlamento abierto es una buena opción para los que se han cansado de tocar puertas que nunca antes se abrieron, y que ahora como Esteban y Mojica lo expresaron, pueden ser factor para alcanzar “objetivos de inclusión y toma de decisiones consensuadas”.