AMBIENTE POLÍTICO… El PRI: Operación cicatriz o cirugía reconstructiva
13/08/2019 - Hace 5 años en MéxicoAMBIENTE POLÍTICO… El PRI: Operación cicatriz o cirugía reconstructiva
Por: Por Eduardo Serrano
Innumerables han sido las críticas al proceso interno del PRI en el que se ha elegido a su nuevo Presidente y a la Secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional, responsabilidad que asumirán Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggniano, respectivamente, quienes sólo esperan el cómputo final programado para este miércoles 14 del presente mes, para oficializar el triunfo tan cantado. El Ambiente Político que gira alrededor del tricolor, marca una sola dirección con dos rutas. La dirección tiene que ver con la forma en la que habrán de posicionarse como partido opositor; y en cuanto a las rutas, una los llevará a ejecutar la tradicional operación cicatriz, con sus respectivos “asegunes” y la otra, los someterá a una operación quirúrgica en la que tendrán que reconstruir su rostro y realizar un delicada intervención en la columna vertebral partidista, para recuperar las causas que en algún momento impulsaron y los definieron mientras ostentaron el poder.
En términos reales, el PRI logró retener el porcentaje de población que gobierna a nivel nacional (34.5) con el resultado electoral de la pasada jornada del 2 de junio. Ciertamente Morena tuvo un crecimiento importante, pasando del 20.8 al 29.1, pero lo hizo arrebatándole los espacios de poder a los Gobiernos emanados de alianzas entre el PAN y el PRD, lo cual también debe tener su análisis profundo; sin embargo, para el Revolucionario Institucional, mantener un resultado no es síntoma de crecimiento, sólo de contención. En ese sentido, la dirigencia estatal en Durango, bajo el cargo de Luis Enrique Benítez, y con el trabajo del delegado del CEN, Roberto Padilla Márquez, jugó su papel en esa cirugía medular, enviándole al priismo señales de reconstrucción, a pesar que existe un sector que no comulga con ello y que ahora, con el nuevo presidente nacional, tendrán que elegir si se suman o se extirpan, pero eso es cosa exclusivamente de ellos, de los priistas.
Convertir al PRI en un partido verdaderamente opositor, que genere los contrapesos necesarios en el ejercicio de sus responsabilidades en todos los ámbitos, desde el Comité Ejecutivo Nacional, hasta la más modesta regiduría en el municipio más pequeño del país, conducirá al tricolor por la ruta de la reconstrucción, y tal vez lo aleje de la operación cicatriz, ya que tendrá que arrancar de raíz a aquellos que, lejos de sumarle, le han restado, le han carcomido la piel y han abonado lo suficiente para que el prestigio del instituto político esté por los suelos, pero, paradójicamente, continúe siendo una alternativa confiable para una amplío sector de su militancia, que es donde se encuentra la médula espinal, donde se debe trabajar con especial cuidado. Esa será una chamba del campechano y las dirigencias estatales.
La votación de la militancia priista tuvo sus mejores resultados en el Estado de México, Oaxaca, Coahuila, y también en Durango, donde «Alito» se llevó una buena participación, que superó los 30 mil votos, muy distantes a los poco más de dos mil de la yucateca Ivonne Ortega. El equipo en quien depositó su confianza el exgobernador de Campeche hizo su parte, pero deberán cuidar minuciosamente las acciones que realicen, a fin de evitar confusiones, sí, ese tipo de confusiones que los aleja del PRI y los acerca a Morena; ese tipo de confusiones que los envía por la ruta de la operación cicatriz y encima de la costra mantiene a los que no son parte de sus luchas y mucho menos de sus victorias, aunque sí de sus derrotas. El PRI, tardará en reconstruirse. Aunque suene lógico, de los priistas dependerá que consigan su objetivo, y de las otras fuerzas políticas y de los militantes que no desean sumar al interior del tricolor… dependerá que no lo logren.