AMBIENTE POLÍTICO… El Quijote de las manchas
Por: Eduardo Serrano
De ninguna manera se trata de un piropo, solamente es algo que describe a un soñador que pretende gobernar este país. Tampoco es la apología del guerrero que libra una serie de batallas, día tras día, contra molinos de viento, de esos que tienen forma de “ventiladores”, – ¡ándele!, como los que están en la Región de la Rumorosa -, colocados allí por el temible ejército de “conservadores” de “Fifilandia”. Hoy el Ambiente Político recoge un extracto de las aventuras del caballero del Palacio Nacional, que lucha contra enormes dragones encarnados de diversas formas, muchas de ellas con rostros de personajes de la despreciable Mafia del Poder. Ese caballero de triste estampa que pretende acabar de una vez por todas, con la gigantesca corrupción neoliberal, culpable de las desgracias que atormentan a su dulcinea, a través de la pobreza, la falta de desarrollo, la caída del peso frente al dólar y de todo el mal que lastima cruelmente al pueblo sabio.
Muchos se pelean el papel de Sancho Panza, no por su abultado abdomen, sino por la promesa del Quijote de que el ungido, le sucederá en el frente de batalla de la Cuarta Transformación, sin embargo, por ahora, el único que dicta la estrategia del “fuchi guácala”, es el caballero de Palacio Nacional, quien con su espada, le está ocasionando muchas incomodidades a los conservadores que pretenden que abandone el poder, para ellos arrebatarlo por asalto, lo bueno de todo, es que el Quijote ya descubrió que le mandan a personas para que lo saluden en los aeropuertos y en las fiestas de cumpleaños de “sus compas”… digo… de otros caballeros. Pero es indispensable que el Quijote continúe a pesar de los daños colaterales que provoca la batalla por la Cuarta Trasformación, para que sigan los beneficios como la reducción en los precios de la gasolina aquí, en China, Noruega, Sri Lanka, Australia y en otros reinos igualmente cercanos al nuestro.
Estos tiempos de pandemia no han detenido al aguerrido caballero, quien pugna por la sana distancia… bueno, con algunas ligeras variantes de unos cuantos centímetros, el caso es que el Quijote puede estar bien pegadito con la gente, saludando y mordiendo cachetes, con la tranquilidad de que no le va a pasar nada, gracias a que su armadura viene dotada de “fuerza moral”, la cual está forjada a base de cuatro litros de gel antibacterial, haciéndolo inmune a cualquier clase de contagio, incluyendo sarampión, hepatitis y COVID del 1 al 25, -por si acaso se requiere en un futuro-, solo que, apegado a su investidura y aunque él no lo cumpla, el Quijote debe seguir insistiendo a la muchedumbre a que cumplan a cabalidad las indicaciones de otro de sus escuderos, Sir López-Gatell, quien ha dado la instrucción de quedarse cada quien en su castillo, pues de lo contrario, esto será una catástrofe.
Fuera del melodrama, es inútil discutir con el Quijote. En México, no hay crisis que no haya sido culpa del periodo neoliberal; no hay problema que no haya sido provocado por los conservadores. En las mañaneras, todas las preguntas conducen a la corrupción de sus adversarios. Estamos equivocados, el Quijote vive en su mundo, ese lugar donde no hay recesión económica, ese reino donde no se avecina una crisis sanitaria de grandes magnitudes. Dejémosle ahí, en su mundo, pero trabajemos incansablemente en nuestra realidad. Aquí debemos redoblar esfuerzos si es que en verdad queremos vencer a la pandemia. Siga las indicaciones de las autoridades de salud, quédese en casa. Cuide su higiene y quédese en casa. Mantenga la sana distancia y quédese en casa, ¡entiéndalo, no estamos de vacaciones!, estamos jugándonos la vida. Dejemos que el Quijote siga acumulando manchas, ya habrá tiempo después para atender eso; ahora, solo una cosa es importante: ¡Quédese en casa!
Twitter: @LaloSerranoZ