Por: Eduardo Serrano

En el 2018, el caudillo tabasqueño arrasó en las urnas, beneficiando a la gran mayoría de las candidatas y candidatos que lo acompañaron en la alianza denominada en aquel entonces, “Juntos Haremos Historia”. Uno de los distritos donde se libró una fuerte batalla, fue el III local, donde Mar Grecia Oliva, bajo los colores de Acción Nacional; Manuel “Meño” Herrera Ruiz, con el PRI; y Sandra Lilia Amaya Rosales, impulsada por Morena, el PT y el extinto Partido Encuentro Social; lograron captar los reflectores del Ambiente Político.

Amaya Rosales obtuvo la mayoría de los sufragios y de inmediato tomó fuerza como perfil para Morena, y al ser la primera mujer en ocupar la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, agarró tablas para moverse en las grandes ligas de la negociación, con el respectivo desgaste que ello implicó al coexistir en medio del peculiar comportamiento interno morenista.

El futuro inmediato de Sandra Amaya podría llevarla a trazar una ruta que le permita saltar a la Cámara Baja en el 2021, y eventualmente, buscar la alcaldía de Durango en el 2022. Su presencia en el territorio del tercer distrito local, le daría viabilidad a la búsqueda de la reelección, sin embargo, los movimientos legislativos de la morenista hacen notar que tiene colocada su mira más arriba. Lo que también ha sido notorio, es que Amaya Rosales tendrá amplias posibilidades de definir a quien continúe trabajando con el arado en el distrito que hoy representa, lo que supone que, en un momento dado, en la campaña federal haría una mancuerna estratégica para sumar sufragios con la ayuda del Verde y el PT; el problema es que, como todo en Morena, deberá pasar la aduana del partido, que es donde se ha dado muestras, -casi siempre-,está ubicado el talón de Aquiles de ese instituto político.

En la cancha blanquiazul podría haber varios tiradores. En principio se visualizan dos: Londres Botello y Paco González, ambos regidores con presencia buena territorial en la capital y con la oportunidad de seguir trazando, durante su gestión, la ruta 2021. Londres y Paco saben que el PAN ha logrado avanzar en los últimos años, refrendando en las urnas su posición como primera fuerza política en el estado, por lo que tienen claro -y comparten- el objetivo de arrancarle la mayoría en el Congreso local a Morena, y contribuir en lo necesario para ocupar los espacios en disputa a nivel federal. En ese sentido, la dirigencia estatal panista, deberá evaluar cuál es el perfil que podría garantizar la conformación de una mejor mancuerna, con quien abandere la candidatura del Distrito IV federal, donde todo apunta para que sea el hoy coordinador de los legisladores locales panistas, Carlos Maturino Manzanera.

Uno de los elementos importantes que habrá de valorar Acción Nacional, es la formulación de las alianzas que se puedan constituir, por un lado con el PRD como lo han venido haciendo durante varios años, y por el otro, con el PRI, partido que aun con los “sacudidones” que le han puesto en las urnas, no dejará de ser un potencial aliado estratégico, pues al margen de la derrota de “Meño” Herrera en 2018, su votación no fue nada despreciable, por lo tanto, no hay que descartar que el tercer distrito local puede llegar a ser un terreno que una o un valiente, pretenda buscar bajo las propias siglas del tricolor. En ese sentido, Vero Pérez deberá evaluar el perfil que mejor unifique las simpatías blanquiazules, amarillas y tricolores, para establecer, llegado el momento, un frente sólido que límite de forma efectiva a Morena y sus aliados en todos los distritos. Particularmente en el tercero local, deberá cuidarse la negociación en la que se aumenten las posibilidades de triunfo, puesto que las elecciones, aunque suene lógico, también se ganan haciendo perder al adversario.

Twitter: @LaloSerranoZ