Por: Eduardo Serrano 

Sin demeritar el trabajo de la militancia varonil, es innegable que el PRI le debe mucho a sus mujeres, pues sobre sus hombros ha recaído, en gran parte, su propia reconstrucción, luego de la abrupta caída sufrida en 2016, donde se pensó que al perder la gubernatura, no había quedado piedra sobre piedra del tricolor en Durango. En efecto, hubo en 2018 una notoria recuperación electoral y a nivel estatal en 2019, la ruta trazada les permitió ganar terreno, reteniendo varios municipios, entre ellos, Lerdo, tercero en importancia en la entidad. Sin embargo, toda esta titánica labor, sería impensable sin el trabajo de cada una de ellas; de Catalina Mercado, quien como secretaria General del Comité Directivo Estatal, ha sabido aplicar “la mano izquierda”, para contener el Ambiente Político tan convulso que en su momento, se vivió al interior del PRI.

Ante la apremiante oportunidad de consolidar su reconstrucción, a partir de la fortaleza que representan sus mujeres, integradas en sectores y organismos como el ONMPRI -uno de los más y mejor organizados-, en el PRI debe replantearse el papel que desempeñarán en el futuro inmediato, valiosos elementos como Ali Gamboa, quien ha sabido marcar agenda en temas relacionados con la defensa de la mujer, como el impulso a la “Ley Olimpia”, y que además continuará en la próxima legislatura acompañada de Sughey Torres, lideresa que supo esperar los tiempos para emprender nuevos retos, así como Susy Torrecillas, quien logró vencer en las urnas el impacto morenista, y desde luego, con Gaby Hernández López, una carta fuerte del priismo para la apuesta del 2022 en la capital. Qué decir de Sandra Luz Reyes, con Paloma Pérez como suplente y la coordinación de campaña de Pamela García Brito, quienes, con final de fotografía, cumplieron el reto en el distrito 15.

Una mayoría femenina en el Grupo Parlamentario del PRI en la siguiente legislatura, no es obra de la casualidad, ni mucho menos de las llamadas “cuotas de género”, son años de lucha, librando obstáculos de discriminación y por qué no decirlo, de violencia y acoso en sus múltiples manifestaciones dentro y fuera de su propio partido. También ha sido fruto de un trabajo coordinado con el sello personal de Fátima González, quien suena fuerte en los pasillos de Domingo Arrieta, para formar parte de la planilla propuesta por el PRI en la conformación de la alianza del año entrante, así como Paty Marrufo, quien contribuyó de forma valiosa en el sexto distrito, donde se ganó con margen holgado.

Importantes liderazgos como Lety Herrera y Rocío Rebollo en la Comarca Lagunera, y Yolanda Pacheco, Arlina Adame, Bety Barragán y Rosa Triana en la capital, han sabido dar fruto en su partido. Por supuesto, debe destacarse el posicionamiento de Daniela Soto como regidora; la entrega de Alfa Ávila en la secretaría Jurídica del Comité Estatal; de Lupita Lechuga en Procesos Internos y de Silvia Rangel en la Atención a los Municipios en Oposición, sin dejar de lado a Ixcel Carmona en Comunicación, y aunque la lista de mujeres valiosas en las filas del tricolor pareciera interminable, el priismo debe entender que si quiere continuar con su proceso de reconstrucción, decir que “primero son las damas”, deberá ser algo más que una mera formalidad.

Twitter: @LaloSerranoZ