• Adiós al Outsourcing y los bajos salarios

Por: Gonzalo Yáñez

Por fin el presidente patriota y obrerista, Andrés Manuel López Obrador, decidió acabar con el outsourcing y en los próximos días enviará la iniciativa al Congreso de la Unión. Al inicio de la actual Legislatura, esta propuesta la hizo en su momento el Partido del Trabajo.

El outsourcing es un mecanismo de contratación laboral con el cual: 1) Se conculcan los derechos laborales de los trabajadores; 2) Se despoja a la gente trabajadora de su antigüedad laboral (retiro); 3) Se elude el pago del IMSS e INFONAVIT por la patronal; 4) Se defrauda al fisco con el ISR; 5) Se roban el IVA; 6) Se facilita la evasión vía factureras.

¡Todo un asalto al pueblo y al Estado!

Se estima que el quebranto al erario es de 500 mil millones de pesos anualmente.

Estamos frente algunas empresas buitres, ante una patronal pueril, zopilotes de la esclavitud laboral moderna y si a eso agregamos los bajísimos salarios, entonces es toda una inmundicia laboral, la inhumana sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

Por ejemplo, en Durango, las llamadas “maquilas” les pagan a las mujeres obreras montos ofensivos, humillantes y obscenos de 650 pesos semanales. Sin sana distancia, sin protección médica adecuada.

No podremos hacer de México una tierra nueva sin justicia salarial. Tenemos que ir por la cuarta transformación de la república en materia salarial.

Si el neoliberalismo destruyó y pauperizó el salario, la nueva economía moral reconstruirá el salario.

Se estima que de 1982 al 2018, 36 años de periodo neoliberal, el salario perdió dos terceras partes de su poder adquisitivo ¡una auténtica barbaridad! Esto y el desempleo explican los altísimos niveles de pobreza en México.

Nuestro país tiene de los salarios más precarios del planeta. Bueno, hasta en Guatemala pagan con un poco más. Es el colmo de los colmos.

Los bajos salarios son la clave de la desigualdad social. La construcción del capital pasa por la destrucción del salario. La pobreza es el costo de la riqueza. No se acabará con la extrema pobreza, si no se termina con la extrema riqueza.

La tristeza de nuestro pueblo es por la sobrada alegría de la alta burguesía privilegiada.

El gran psicoanalista francés Jaques Lacan habla de ello y hasta acuñó el concepto de plus de goce.

Pues el insigne y brillante revolucionario Karl Marx había planteado el plusvalor como la esencia de la explotación humana en el capitalismo.

Hay quien dice que con empleo para todos terminará la pobreza, pero con salarios de hambre seguirá la miseria.

El neoliberalismo es la era de la destrucción del salario, chacales hinchados de dinero a costa del esfuerzo y el sufrimiento de los proletarios.

Nuestra esperanza es la transformación emancipatoria que impulsa López Obrador. Por eso lo apoyamos en bajar los salarios de los altos funcionarios del Gobierno y subir los salarios de los de abajo.

También respaldamos a AMLO en el 2019 y 2020 en el incremento a los salarios mínimos y para el 2021 debemos pugnar por otro aumento significativo. Los trabajadores también deben hacer su tarea luchando por sindicatos libres y democráticos que verdaderamente los defiendan terminando con líderes charros que se venden a la patronal.

Twitter: @GonzaloYáñez