APUNTES… Ahora veremos la importancia de la 4t
Por: Guillermo Fabela Quiñones
La ceremonia conmemorativa del 82 aniversario de la expropiación petrolera, en el marco de la Cuarta Transformación (4T), permitió desviar un poco la atención pública del tema del COVID-19, al cual los medios han dedicado la mayoría de sus espacios informativos. Cuando el presidente Lázaro Cárdenas decidió dar el paso histórico más significativo de la Revolución Mexicana, México se encontraba en una emergencia nacional por las presiones de las grandes empresas petroleras de Estados Unidos y Gran Bretaña, hoy lo está por la guerra comercial entre Washington y Beijing.
Los resultados de la misma no se pueden cuantificar aún, pero es una realidad que ambas potencias han metido al mundo en un proceso de recesión cuyos alcances son imprevisibles. Los pueblos de las llamadas economías emergentes, como la de nuestro país, son los que sufrirán las consecuencias; de por sí veníamos saliendo de una etapa muy calamitosa de profundo desmantelamiento de la estructura productiva nacional, por la corrupción y las privatizaciones de los gobiernos neoliberales, y ahora el proceso de rescate se verá afectado.
Lo que debe preocuparnos seriamente no es la pandemia del Coronavirus, sino cómo vamos a enfrentar en los meses y años venideros una realidad adversa, con todo en contra como se advierte por los primeros datos que se conocen de ello, como la devaluación de nuestra moneda a 24 pesos por dólar ayer, y la caída de los precios del petróleo por debajo de los 20 dólares el barril de crudo.
Esto es por demás lamentable, porque el Gobierno de la 4T venía cumpliendo sus objetivos trazados para este año con eficiencia y disciplina. Los datos dados a conocer por el director de Pemex, Octavio Oropeza, son clara muestra de ello. Por primera vez en 14 años no se redujo la producción del crudo, sino que se elevó en 88 mil barriles al día para tener un total diariamente de un millón 712 mil barriles. Ni que decir tiene que esta situación se verá reflejada en el crecimiento, por debajo de cero según los pronósticos.
Es lógico suponer, conforme a las evidencias históricas, que los conservadores estarán felices. Con todo, es válido afirmar que su gozo se irá al pozo, porque los avances obtenidos en los 15 meses que lleva el presidente López Obrador en Palacio Nacional, son un blindaje que permitirá resistir el impacto recesivo externo, quizá hasta que la situación internacional se corrija, en caso de que el presidente Donald Trump sea derrotado no sólo en las urnas en noviembre, sino en la guerra comercial con China, como es factible que suceda por la estructura social tan firme que sostiene al gigante asiático.
Por otro lado, es una gran ventaja para nuestro país que la corrupción se haya frenado dramáticamente en el régimen de la 4T, porque de haber continuado como en la época del PRIAN, el colapso de México en este momento alcanzaría niveles apocalípticos. Es oportuno hacerse la pregunta siguiente: ¿De qué sirvió que en el sexenio de Felipe Calderón el barril de crudo alcanzara un precio de 132.71 dólares? La misma pregunta es válida para el de Vicente Fox, cuando rebasó los cien dólares. ¿Dónde está ese dinero saqueado a las arcas nacionales?
No todo está perdido para el pueblo de México. Ahora podremos darnos cuenta de la enorme trascendencia de atacar a fondo la corrupción y no endeudar más al país.
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