APUNTES… Moralizar la vida pública, ¿cómo hacerlo?
03/09/2019 - Hace 5 años en MéxicoAPUNTES… Moralizar la vida pública, ¿cómo hacerlo?
Por: Guillermo Fabela Quiñones
Estamos viviendo una revolución pacífica o, dicho de otro modo, cambios profundos que obedecen al imperativo de sacar al país del pantano en el que lo sumieron los tecnócratas neoliberales. Se están arrancando las raíces de la podredumbre acumulada en más de tres sexenios, lapso en que los conservadores actuaron como lo hacían los hacendados del porfiriato, quienes se sentían con derechos “divinos” sobre la inmensa mayoría del pueblo.
Lograr la «Cuarta Transformación» del país significa un reto mayúsculo, que exigirá plenas convicciones democráticas del presidente López Obrador, y convencimiento del pueblo de que estamos viviendo la última oportunidad para salvar a México de la codicia de grandes intereses mezquinos, comparables a los que defendían los beneficiarios del régimen porfirista. Esto lo entiende el mandatario, como lo dejó ver en su primer informe de Gobierno, y según sus cuentas el tercero al pueblo.
De entre sus planteamientos cabe destacar el siguiente: “Si seguimos actuando de forma ética y aplicando con voluntad firme la política de moralizar la vida pública, nada ni nadie podrá detener la aplicación del principio supremo de la soberanía del pueblo, y el interés nacional se impondrá a los hombres ambiciosos seducidos por el falso brillo de lo material y lo mezquino”.
Ni qué decir tiene que le sobra razón, ante la realidad enajenante que cambió profundamente los valores de los mexicanos, quienes pasaron a endiosar el dinero sin importar cómo se acumulaba. Se perdió el rumbo de lo éticamente correcto al poner el mal ejemplo quienes detentaron el poder del Estado, en complicidad con las cúpulas beneficiarias del modelo neoliberal. ¿Cómo negar que “nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes, y esa es la causa principal de la desigualdad económica y social, y de la inseguridad y de la violencia que padecemos”?
El reto que tiene enfrente, en los meses venideros, es actuar con congruencia, no tanto en lo que a él mismo respecta, sino en lo que concierne a su gabinete. Tendrá que ser muy cuidadoso de que sus integrantes se mantengan firmes en su comportamiento ético, republicano y democrático. Dio una muestra de tener voluntad para no romper su compromiso de rectitud en sus actividades cotidianas, al pedir su renuncia a la secretaria de Medio Ambiente que actuó con prepotencia al solicitar que se retrasara un vuelo para que la esperara el avión. Pero el fondo del problema es mucho más complejo.
Es muy importante que la división de poderes sea una realidad tangible, a fin que cumplan sus tareas a cabalidad el Legislativo y el Judicial, sin temor al Ejecutivo, la opción válida para hacer viable el cambio de régimen de manera irreversible. Los tres poderes deben interactuar con apego a los principios no sólo constitucionales, sino a las demandas de la sociedad. Ha dicho que es respetuoso de las instituciones, es preciso que se mantenga esta línea de conducta para evitar que los conservadores tengan materia de críticas con fundamento.
La actitud de confrontación asumida por el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, es un aviso que la derecha no descansará en su afán de sembrar el camino de la «Cuarta Transformación» de obstáculos de toda índole. A pesar que López Obrador ha mostrado una visible voluntad de evitarlas.
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