APUNTES… ¿Un renacimiento de la «tierra del cine»?
17/08/2019 - Hace 5 años en MéxicoAPUNTES… ¿Un renacimiento de la «tierra del cine»?
Por: Guillermo Fabela Quiñones
No todo es política en la vida, aunque todo se relaciona con decisiones que de un modo o de otro son políticas. Hubo un tiempo en Durango que hasta las más grandes luminarias de Hollywood venían a la “tierra del cine” sólo para disfrutar de la tranquilidad que aquí encontraban, aunado esto a los paisajes enmarcados en un cielo azul cobalto de una transparencia incomparable. No obstante, la falta de visión de los gobernantes y de los prestadores de servicios locales, contribuyeron a que empezara una decadencia que se agudizó cuando John Wayne se alejó de su rancho La Joya por el cáncer de estómago que acabó con su vida en 1979.
En la actualidad, empieza a renacer el interés por hacer cine en la entidad, situación que debe aprovecharse porque puede ser un detonador de actividades económicas importantes, en caso de encontrar los factores que lo permitan, como un gobernante que tenga la sensibilidad para ganarse la voluntad de la industria cinematográfica internacional; un empresariado con visión no de negociantes de poca monta, sino de verdaderos promotores de los valores sociales, culturales y naturales que tiene la entidad, de lo cual ha carecido y por lo cual se fue perdiendo el interés de hacer filmes aquí, sumado esto a la decadencia del género de películas “western”.
En este momento se rueda en la ciudad de Durango y otras locaciones aledañas la película “El Diario de Karem”, dirigida por el director estadunidense Henry Bedwell, con fotografía del camarógrafo japonés Junichiro Hayashi. No es un western sino un filme de “horror” sobre un crimen de la vida real. Esto demuestra las posibilidades de la entidad para ser un sitio idóneo para la filmación de todo tipo de películas, porque conserva en buena medida los atributos naturales que vieron los productores estadunidenses que filmaron por primera vez aquí, en el ya lejano año de 1954, la película “White Feather” (“Pluma Blanca”), dirigida por Robert D. Webb.
Casi nunca hablo en primera persona en mis artículos periodísticos, ahora lo hago porque es válido recordar que en el sexenio del presidente Miguel de la Madrid tuve la oportunidad de fungir como subdirector Comercial de los Estudios Churubusco, fue mi jefe un talentosísimo abogado y escritor nacido en Torreón, Martín Reyes Vayssade, quien aceptó mi propuesta de instalar en Durango una sucursal de los Churubusco para facilitar el trabajo de producción a cineastas mexicanos y extranjeros, además de fomentar actividades de servicios relacionadas con el cine y el turismo. Me entrevisté en dos o tres ocasiones con el gobernador en ese entonces, Armando del Castillo, quien lamentablemente no vio con interés el proyecto y se perdió esa posibilidad.
En este momento, parece que el gobernador José Rosas Aispuro tiene una visión más abierta sobre la viabilidad de englobar las actividades turísticas y cinematográficas con el fomento a economías de escala en la entidad, como lo dejó ver durante el “pisarrazo” de la película comentada arriba. Hay mucha tela de donde cortar, no sólo por los muchos atributos naturales del estado, sino por la trascendencia de Durango como “Tierra del Cine”, a lo que mucho contribuyó la presencia de John Wayne, “El Duque”, como era conocido en Hollywood, quien dejó profunda huella y amistades aquí, como el cineasta duranguense Hernando Name.