CALEIDOSCOPIO… Tecnológico de Durango, 72 años
Por: Socorro Soto Alanís
Reconocer a los fundadores del Tecnológico de Durango, es un acto de gratitud para quienes se dieron a la noble y trascendente tarea. Ofrecer una institución con carreras técnicas para estudiantes de provincia y que se sumaran al desarrollo prometedor de México, fue un enorme acierto y una obra de titanes. El ingeniero José Gutiérrez Osornio, con gran visión se lo propuso y tras viajes, oficios, pláticas y argumentos, lo logró, así un 2 de agosto de 1948 nació mi alma máter, el Instituto Tecnológico de Durango (ITD).
Mi madre, doña Eustolia Alanís, fue de la primera generación de la Prevocacional, origen del Tecno; estudió para secretaria. Muchos años después, seguí sus pasos y estudié ingeniería. Luego de reconocer nuestro origen, tenemos que plantearnos hacia dónde vamos, en la plenitud de sus 72 años, es menester rediseñar el rumbo y los propósitos. Atrás la nostalgia y posicionar al ITD como lo que una vez fue.
Para lograrlo, se necesita la suma de inteligencias, talentos y compromisos de estudiantes, catedráticos, egresados y autoridades. Si la situación de la educación tecnológica ya estaba complicada, la pandemia ha venido a trastocar todo.
Tecnologías de punta, era cibernética sí, pero hay lugares en Durango a los que no llega Internet y hay estudiantes que no disponen de las herramientas necesarias y no ingresarán a un semestre virtual. Navegamos así entre el ciberespacio, la globalización y la pobreza.
Brasil y China tenían hace treinta años los niveles de pobreza que México; hoy, China se disputa con Estados Unidos y Rusia la hegemonía política y tecnológica. China le apostó a la educación tecnológica y al mercado interno, hoy invade con sus productos al mercado mundial.
La era de las chimeneas fue remplazada por la del conocimiento, y el conocimiento es poder. La tecnología revoluciona al mundo posmoderno y multipolar y ahora pospandémico. Los cambios de la era del cogno serán más impactantes que los producidos por la invención de la máquina de vapor de aquellos estudiantes británicos comandados por James Watts y la revolución industrial. La digitalización reduce costos, tiempos, distancias y tamaño de las enormes naves industriales, y provocarán enorme desempleo sumado a las crisis de la pospandemia.
Estamos ante una transformación total del modus vivendi y operandi de la humanidad. En este nuestro tiempo y espacio reciclaremos los postulados de Darwin, las leyes de Newton, asuntos nada complicados para los ingenieros. Nudo gordiano de la historia mundial, escribí universal, pero fue demasiado pretensioso.
Urge reposicionar al Tecno, como lo hicieron de la nada, aquellos caballeros andantes del siglo pasado, la técnica al servicio de la patria, del romanticismo a la acción.
Twitter: @cocosotoalanis