Desarrollo humano
Por: Emmanuel Salazar
El Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo reveló el Informe de Desarrollo Humano Municipal, y señaló la desigualdad existente en México en donde conviven realidades de municipios que estarían a la par de Suiza y otras demarcaciones que tienen un nivel de Burundi.
Esa extrema desigualdad de alguna manera se replica en nuestro Durango, a grado tal que el municipio capitalino es comparado con un desarrollo humano equiparable a Rusia, y en contraste, en Mezquital se está a la par de Papúa, Nueva Guinea.
De hecho, el municipio de Durango forma parte del exclusivo cuatro por ciento de municipios en el país que son catalogados con un Índice de Desarrollo Humano Municipal muy alto, mientras que Gómez Palacio y Lerdo quedan en alto.
En ese estudio levantado por PNUD, sólo Mezquital es considerado con un desarrollo humano bajo, mientras 20 municipios más están en el nivel medio, y 17 más están en el nivel alto, y sólo uno en el muy alto.
El hecho es que, si bien contamos con un municipio que está en el segmento de muy alto Índice de Desarrollo Humano, también contamos con un municipio con un Índice bajo, por lo que Mezquital se suma al cinco por ciento de demarcaciones en el país en esas condiciones.
Los contrates citados son los que como estado debemos eliminar y buscar lograr un crecimiento más armonioso, pero sobre todo consistente a través de nuestros políticos, quienes están obligados a enfrentar los retos de lograr generar riqueza y distribuirla lo mejor posible en la población.
Los procesos electorales de alguna manera permiten contar con una competencia entre las diversas opciones políticas, las cuales deben privilegiarse en la medida que se observen resultados.
Por eso es importante la participación de la sociedad en la próxima jornada electoral que se celebra el domingo, ya que los ciudadanos pueden optar por quienes consideran que mejores resultados han dado, o bien por quienes les genere mayor certidumbre de un eventual crecimiento económico que pueda distribuirse en la mayor parte de la población.
Como en otras ocasiones, la invitación es para alentar a los electores a salir a votar, a vencer el abstencionismo, pues es un mal que sofoca el desarrollo democrático de Durango y del país.
Es deseable lograr contar con una participación superior al 50 por ciento para otorgar así mayor fiabilidad en nuestras nuevas autoridades.