Por: Emmanuel Salazar

En los últimos días de las campañas para elegir candidatos a diputados locales y federales, el clima de descalificación ha subido de tono como tradicionalmente ocurre en un escenario en donde encuestas nacionales señalan ventaja para Morena, aunque sin que se pueda pensar en mayoría calificada.

De esa manera, a nivel federal, la Cámara de Diputados tendrá una vez más, según la encuesta publicada en El Universal, mayoría de legisladores de Morena, aunque le faltarán una docena de legisladores para contar con la mayoría calificada que tanto desea el presidente Andrés Manuel López Obrador para echar atrás preceptos constitucionales que le impiden por ejemplo volver a tener el monopolio del petróleo.

En Durango, los pronósticos conservadores marcan que Morena podría perder dos distritos electorales, aunque por momentos parece que la lucha está cerrada en prácticamente todos los distritos.

Sin duda, será necesario que cada partido político haga su trabajo y a través de sus redes lleven a votar a sus simpatizantes para intentar tener una base mínima de sufragios.

En algún momento dado se ha llegado a pensar que la alianza del PRI-PAN y PRD podría ser suficiente para contrarrestar al menos a nivel estatal la fuerza de Morena, que no el PT pues dicho partido hace tiempo ha quedado reducido a una base de apoyo eso si bien organizada.

Los perfiles de la alianza de Morena y PT no convencen del todo, al igual que ocurre con algunos de los candidatos de la otra alianza, sin embargo, parece que se deberá redoblar el esfuerzo para poder superar la marca del partido del presidente López Obrador.

Unos y otros han otorgado a sus eventuales votantes todo tipo de dádivas, Morena no es diferente a los contendientes, y sus grupos de apoyo condicionan el programa social a que se vote a favor de los candidatos oficiales.

Como buenos políticos, no hay quien se encuentre libre de culpa, no existe ningún partido político que no ofrezca algún estímulo a sus militantes y simpatizantes, desgraciadamente esa tradición ancestral es difícil de superar.

Un valor de la democracia, dicen algunos, es la incertidumbre y ese momento es el que se vive actualmente en el país y en Durango, en donde es deseable que el Congreso del Estado quede con mayores equilibrios, a manera de tres tercios si fuera posible.

Ojalá los ciudadanos salgan a votar y otorguen así mayor certidumbre al resultado.

Twitter: @jemmanuelsr