Don Pedro Ávila Nevárez a la Rotonda es un reconocimiento más que merecido, pero aún no es tiempo
26/11/2020 - Hace 4 años en MéxicoDon Pedro Ávila Nevárez a la Rotonda es un reconocimiento más que merecido, pero aún no es tiempo
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
El decreto federal de fecha del 4 de marzo del 2003 por el que se establecen las bases y procedimientos que rigen la rotonda de las personas ilustres del panteón civil de Dolores en la Ciudad de México, establece en su artículo décimo segundo, que las inhumaciones en la Rotonda de las Personas Ilustres, se decretarán sólo cuando hubiere transcurrido un periodo mínimo de un año después de acaecido el fallecimiento de la persona que se declara hombre o mujer ilustre. Existe en nuestro país la tradición de honrar y exaltar la memoria de personas a las que se considera ilustres, es por ello que se conciben sitios especiales para rendir culto póstumo a este tipo de personajes distinguidos de nuestra historia. Un lugar de honor para dichos fines es la Rotonda de los Hombres Ilustres. Por cierto un término inadecuado, ya que para la historia, considerar o catalogar a una persona ilustre, constituye un juicio de valor. Los juicios de valor se realizan cuando calificamos a cualquier persona, idea o acción como bella, fea, justa, injusta, interesante, aburrida, útil o inútil. Estos juicios aparecen cada vez que se siente simpatía, rechazo, admiración o indignación hacia alguna idea, postura o forma de ser, por eso, casi todos sin excepción, aprobamos y desaprobamos ideas y acciones humanas.
Un juicio de valor puede ser válido en un sistema de valores pero falso en otro, dicho de otra manera el que para algunos es considerado como ilustre, para otros puede no serlo, pero esos adjetivos los determina un consejo o comité. Por sus actos bondadosos en favor de los demás, sobre todo de los más necesitados, y por sus fructíferas actividades políticas y cívicas, don Pedro Ávila Nevárez será recordado como un personaje importante y destacado de Durango. Sus obras y virtudes permanecerán siempre. Su trayectoria de vida y sus actos excepcionales, contribuyeron a forjar una sociedad más justa, pues Don Pedrito despertó conciencias en los que tenían la obligación de mejorar las condiciones de vida de los más desprotegidos. Don Pedro supo honrar y exaltar la memoria de duranguenses considerados o llamados ilustres, cuyos restos mortales descansan en la rotonda, ahora le toca a él, pero aún no es tiempo, se requiere agotar el procedimiento de revisar antecedentes, informes, opiniones especializadas y demás elementos de juicio, necesarios para emitir la declaratoria respectiva, enseguida escribir su biografía y posteriormente esperar un tiempo prudente de por lo menos un año, como lo hacen en la rotonda del panteón de Dolores, y ya después, que los restos mortales de Don Pedro Ávila reposen en la rotonda de hombres ilustres de Durango, pues sobradamente sus acciones lo hacen merecedor de la declaración de hombre ilustre de Durango.
Hacer las cosas de esta manera y bajo este procedimiento, le daría mayor solemnidad a la propuesta. Una vez que se reúna el comité que determine que Don Pedro Ávila merece descansar junto a los restos de Tomas Urbina y Francisco González de la Vega, aprovechar la ocasión para proponer que Don Braulio Meraz Nevárez, Enrique Carrola Antuna y la maestra Pilar Alanís Quiñones, también sean considerados para ingresar a la rotonda, pues los tres fueron duranguenses de excepción que amaron a su tierra y a su gente, contribuyendo desde su trinchera a servirle a los demás. Don Pedro Ávila Nevárez… lo vamos a extrañar. Q.E.P.D.
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