Por: Edgar Burciaga

La crisis del Coronavirus ha puesto a la luz pública las condiciones en que se brinda la atención médica en todo el mundo, así como la fragilidad de los seres humanos ante una enfermedad que está provocando miles de víctimas mortales, y para atender las necesidades de los mexicanos, el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, implementará una estrategia de atención en diez hospitales públicos especializados en pacientes del Covid-19, entre los que se encuentran el Hospital de Especialidades de Gómez Palacio y el Hospital 450 en esta ciudad.

Esta enfermedad no sólo ha afectado en el sector de la salud, sino que también ha comenzado a causar estragos en la economía y en nuestro país, ha sacado a la luz a sectores vulnerables, que por sus condiciones viven al día, como choferes, boleros, cultoras de belleza, comerciantes informales, quienes ya son los primeros afectados por la contracción económica y quienes ven menguados sus ingresos conforme pasan los días.

Pero esto no ha alejado a los oportunistas, que pretenden lucrar con la desdicha de los demás, como el caso de los “coyotes”, que ya se frotaban las manos para vender el equipamiento médico al Hospital en Gómez Palacio, entre los que se encontraban quienes vendieron el equipo al Hospital 450 y sacaron enormes ganancias en años pasados, lo que ahora fue puesto en alto por la decisión del Presidente de la República ya que los nosocomios serán equipados y operados por el Ejército.

Por otra parte, con el pretexto de ayudar a la gente que más lo necesita, comenzó distribución de despensas para la foto por parte de algunos políticos con miras a las candidaturas en las próximas elecciones, como algunos regidores, mientras que el diputado Esteban Villegas señaló acciones para la atención de la salud, mismas que desatendió cuando era el Secretario del ramo en el gabinete estatal.

A quienes no les preocupa la situación, son aquellos multiconcesionarios del transporte público que exigen las mismas cuotas y liquidaciones a los choferes, sin considerar que ha disminuido la afluencia de personas, como lo hacen algunos líderes sindicales que cuentan con varias concesiones de taxis y autobuses.

A esto se suman los acaparadores de productos para limpieza que buscan negocio ante la escasez, o aquellos que piensan ya en el uso del crédito para infraestructura, que ha provocado que personajes vinculados a esferas de la construcción, compren y renten equipo para pavimentación, como motoconformadoras, revolvedoras, aplanadoras o plantas de asfalto, para buscar los contratos de las obras y después de un tiempo, adquirir esta maquinaria a través de la recompra y revenderlas a mejores precios para obtener una doble ganancia, por lo que el alcalde Jorge Salum, deberá tener en cuenta para evitar se presente esta situación en el Ayuntamiento.

Mientras tanto, sigue la afectación al medio ambiente, con la tala indiscriminada de árboles en terrenos por el rumbo de la carretera al Mezquital, para la instalación de centros comerciales y desarrollos habitacionales, sin que haya intervención de las dependencias vinculadas al tema.

Y en el plan de apoyo a la economía de los comerciantes, la Sedeco debe revisar que no haya sesgo a favor de los que más tienen, ya que, si bien no hay para todos, los recursos serán limitados.

Es momento de que los oportunistas se hagan a un lado para atender las necesidades de quienes verdaderamente lo necesitan y no sea pretexto para su beneficio personal.

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