Por: Édgar Burciaga

Aún no se ha cumplido ni un año de la administración y los problemas internos comienzan a causar escozor entre los grupos políticos en la máxima casa de estudios, debido a que las diferencias se han vuelto evidentes, no sólo hacia adentro, sino también hacia afuera, lo que dio inicio este martes en la Facultad de Cultura Física y Deporte, con acusaciones de nepotismo y robo de becas.

Por otro lado, como parte del reglamento, se realizaron exámenes por oposición para definir la asignación de clases de los docentes, sin embargo, se dio parte a los sindicatos, que pretendieron establecer sus cuotas de poder, a pesar de no tener participación en la Comisión de Admisión, lo que provocó fricciones en algunas unidades académicas.

Luego de darse a conocer los resultados, al subsecretario general académico, Othón Huerta, le dio por asesorar a catedráticos que fueron eliminados por este concurso, al darles a conocer los resultados de manera anticipada para que presentaran impugnaciones y quejas, con el fin de echar abajo la selección de los maestros y acomodar a “su gente”.

Uno de los casos es el de la Maestra de Literatura de tercer semestre en la Escuela Comercial Práctica, tiene a su hijo como profesor adjunto de la asignatura, debido a que no cumple con su horario, porque desempeña una labor administrativa en ese horario en la Contraloría.

No sólo eso, sino que también hace alarde que fue pareja del exrector Erasmo Návar y de controlar al actual secretario técnico de la Rectoría, Jesús Sotelo Asef, para manejar desde su lugar varias áreas como Contraloría, Transparencia y Recursos Humanos. Además, esta contadora propicia un clima de hostigamiento laboral, al amenazar a personal bajo su mando con el despido y presumir “el control” de la administración central.

Esta situación parece no afectar a nadie, sobre todo porque se ha generado una cortina de humo con el cambio del Secretario Particular, ya que parece que resultó peor el remedio que la enfermedad y que el actual funcionario Víctor Manuel Aguilar Barraza deja atrás a su antecesor Fernando Molina en obstaculizar la información para el rector Rubén Solís Ríos.

Y no conformes con eso, en el ámbito estudiantil hay presiones de grupos externos para llevar a cabo inscripciones extemporáneas y calificaciones preferenciales a alumnos destacados por su labor fuera del contexto de la UJED, lo que es atendido de manera atingente por la directora de Servicios Escolares.

¿Es acaso una nueva edición de los viejos vicios universitarios? El tiempo y la autoridad tienen la palabra…

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