Por: Iván Soto Hernández 

El PRI tiene varios cuadros competitivos como para buscar la gubernatura en 2022, pero ahora todos ellos dependen de un factor que hace meses no existía, para tratar de tener éxito en su aspiración: y eso será cuando definan si van o no en alianza con el PAN y PRD en las elecciones del año entrante.

Hasta el momento se trata de un escenario futuro que se antoja muy probable, casi inevitable. ¿Por qué? porque parece la única fórmula efectiva para detener a Morena. Vean las encuestas 2021.

El escenario aliancista genera optimismo en la cúpula de dichos partidos políticos, sin embargo, el modelo de coalición 2021 ya demostró que para participar juntos es necesario sacrificar posiciones, aspiraciones y cuadros que podrían ser competitivos y tener méritos suficientes para ir en una boleta.

De esa manera, quienes más avance registran en el posicionamiento individual dentro del priismo son 4:

1.- Estaban Villegas Villarreal, quien desde el Congreso local construyó estos tres años una serie de puentes de acercamiento con el neopanismo y otras fuerzas políticas, de manera que no son pocos los que dicen que en un escenario complicado para elegir candidato dentro del PAN, el propio gobernador saliente podría decantarse por la postulación de Villegas.

2.- Leticia Herrera Ale, quien ha disminuido su protagonismo de manera muy notoria desde que la administración de Marina Vitela en Gómez Palacio le abrió un expediente de investigación a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

3.- Ricardo Pacheco Rodríguez, cuyo nombre surge como una posibilidad que depende primero de ganar el Distrito local 02, y después, de que se pudieran acomodar las circunstancias para ser considerado en esa contienda.

4.- Luis Enrique Benítez Ojeda quien entiende que en estos momentos no hay nada para nadie, razón por la cual construye en 2021 la difusión de su nombre e imagen para estar en posibilidades de aparecer en las encuestas, en caso que sea ese el método de selección.

Ahora bien, algunas anotaciones finales que no pueden desdeñarse:

Primera: Ismael Hernández Deras lleva mano en las decisiones dentro del PRI en 2021, y todo indica que seguirá con esa influencia general rumbo a los comicios del año entrante.

Segunda: Si Ismael tiene como prioridad impulsar la candidatura de su hija Gaby Hernández a la alcaldía capitalina, es de suponerse que cederá la candidatura a gobernador a su aliado el PAN. Difícilmente se puede chiflar y comer pinole.

Tercera: El panismo lleva ventaja en votos frente al priismo, además son ellos quienes gobiernan el Estado, la capital y muchos otros de los principales municipios, por lo tanto resulta difícil de creer que de buenas a primeras acepte aliarse al PRI cediendo las candidaturas más importantes, como la de gobernador y la de alcalde en la capital.

Falta otro factor que es el periodo del próximo mandato, ya que existe el escenario de dos años para empatar el relevo gubernamental con la elección presidencial del 2024; de cinco años para empatar la gubernatura de 2027 con las elecciones intermedias, o quedarse de seis años, como hasta ahora.

En estos momentos, difícilmente alguno de los priistas podría decir que lleva ventaja sobre los demás, pues la posibilidad de ir en coalición nuevamente muy probablemente provocará sorpresa. Ya verán.

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