Por: Iván Soto Hernández 

Si se pusieran de acuerdo a tiempo, evitaran errores y lucharan desde ya contra la inercia de división que causa el formato de tribus en el que nace y se desenvuelve la Cuarta Transformación (4T), en 2022 el gobernador de Durango sería obradorista.

Pero es muy pronto para apostar así. De hecho, sería una jugada muy arriesgada que alguien se anime tan temprano a una apuesta “all in” a favor de algún personaje identificado con la cuatroté.

Por esta vía política es difícil que lleguen más jugadores a la mesa. Por lo pronto ya están cuatro perfiles queriendo llevar mano en la jugada que se avecina: Marina Vitela, José Ramón Enríquez Herrera, Manuel Espino Barrientos y Gonzalo Yáñez. Los cuatro, sin embargo, deben estar conscientes que si este 6 de junio les arrebata la mayoría de los triunfos la alianza PAN-PRI-PRD, el escenario 2022 se les complica muchísimo. 

Y es que, en 2018 llevar la marca Morena e ir en una boleta junto a Andrés Manuel López Obrador era suficiente para tener el triunfo casi en la mano. Pero ese escenario ya no volvió a ser igual, ni en Durango ni en el resto del país.

Porque la marca sufre desgaste. Y es entendible por tres factores cuando menos:

1.- Gobernar siempre es motivo de deterioro, más aún cuando se cometen errores y suceden episodios que empiezan a marcar en negativo al sexenio lopezobradorista, sin que haya la humildad de admitirlo para tratar de corregir.

2.- Morena no ha sabido comportarse como un partido político. Por el contrario se mantiene como un movimiento temporal, el cual por cierto cumplió su objetivo al llevar a Palacio Nacional al tabasqueño.

3.- Los cuadros que ha generado la 4T en muchos estados, incluyendo Durango, entraron a una ola de conveniencia y se desafanan de ella e incluso cuando ven que ya no les tocó jugar como querían. Y muy pronto se convierten en detractores.

Con esta realidad tendrán que trabajar Marina, José Ramón, Manuel o Gonzalo, cuatro personajes que tienen en estos momentos una jugada importante en la 4T, pero con una desventaja frente a los que podrían ser sus adversarios el año entrante: no están coordinados, no por ahora, y en una de esas unas y unos trabajan para picarle los ojos a los otros en la justa interna.

Sí, de entre ellos podría salir el abanderado cuatroteísta a la gubernatura. Dudo que a alguien más fuera de ellos, le alcance a estas alturas para subirse a la competencia interna.

Pero, insisto, si este año se descalabran Morena y el PT en la entidad, delo por hecho: en 2022 será mucho más alto el riesgo de ser desplazados por un nuevo y probable ejercicio de alianza PAN, PRI y PRD.

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

Twitter: @IVANSOTTOH