Por: Iván Soto Hernández 

El relanzamiento de los programas sociales del Gobierno de Durango fue escenario ideal para que Jaime Rivas Loaiza muestre por qué es una carta fuerte de José Aispuro Torres en la búsqueda de la gubernatura.

Hablemos del evento, del cual resaltan seis aspectos:

1.- La convocatoria. Rivas se esmeró en operar para que el acto de relanzamiento reuniera a 34 de 39 presidentes municipales. Una cantidad importante de funcionarios municipales, estatales y algunos federales; diputados locales salientes y entrantes.

2.- La claridad. El originario de Tamazula mostró lo que llaman “músculo político”. Pero, en un estilo de hacer política que lo diferencia de otros, pues no pretende demostrar que esa gente son sus fieles seguidores. No se engaña a sí mismo, ni pretende engañar a los demás con eso.

3.- El trato. La gente fue al relanzamiento de programas sociales porque es evento institucional, sí, pero sería cerrar los ojos no admitir que la gente también fue porque se trata de un acto importante para Jaime Rivas Loaiza. Y es él quien ha construido esa red de alianzas en diferentes segmentos sociales, políticos y económicos. De los pocos que entienden que los puestos son de paso, las amistades no.

4.- Operación. Y es que, Rivas Loaiza es el operador más efectivo que ha tenido el sexenio de Aispuro, pues mientras otros cercanos al Gobernador han buscado desde los cargos su lucimiento personal, e incluso optan por destruir otros puentes de comunicación y diálogo con el Ejecutivo para construir el suyo como único puente existente para llegar al jefe, y con ello creen que edifican su propia carrera, el llamado “Plebe” ha sacrificado lucir de más y ha asumido la labor de bombero político del sexenio para quitarle problemas y generarle aliados al aispurato.

5.- Madurez. Las características que hacen fuerte a Rivas Loaiza a estas alturas del sexenio no son precisamente que él sea el primer sitio en las encuestas, pues no trabajó para ello; al contrario, un factor que podría jugar a su favor al momento de analizar pros y contras de cada perfil para la sucesión es su madurez política.

6.- Hibridez. El sexenio que se avecina será de transición. O debe serlo. Y ojalá sea un sexenio en el que se le apueste a la unidad entre los ciudadanos y se eviten las luchas entre grupos y partidos políticos. Ese factor de la hibridez le favorece a Rivas: salió del PRI, simpatiza con el PAN, es el que más ha cuidado la relación con el PRD y tiene vínculos de diálogo político importantes con Morena y otras fuerzas.

Durango el próximo año no debe elegir un proyecto personal. De ser así, no habremos aprendido nada de las transiciones sociales y políticas que estamos viviendo desde hace años. Durango no puede girar en torno a una persona.

Muchas y muchos quizá creen ser la solución que el estado requiere. Pero, el enfoque es el erróneo: no son ellas o ellos la solución, tampoco sus partidos, sino el tipo de entidad que propongan, el rumbo que ofrezcan y la capacidad de unificar criterios a pesar de las diferencias partidistas, ideológicas o de creencias. ¿No crees?

Soy Iván Soto, nos vemos diariamente a través de la multiplataforma de En Vivo Durango.

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