El mal se llama corrupción
Por: Primitivo Ríos
El Gobierno dispuso de 50 millones de pesos para apoyar con créditos a las micro y pequeñas empresas y el dinero nunca les llegó. Los millones de pesos se los repartieron los de siempre: Dirigentes de organismos empresariales y políticos corruptos. Al filtrarse esta información, el escándalo y malestar popular estalló.
Esto no es nuevo, es cíclico, basta conocer nuestra historia reciente. Es la naturaleza neoliberal donde el poder político y económico se fusionan. No hay línea divisoria. Los políticos inmorales se hacen empresarios y los dirigentes empresarios se hacen políticos. Se organizan en grupos de poder para saquear la hacienda pública. Su riqueza crece o aparecen nuevos ricos merced estos latrocinios. Gozan de privilegios e impunidad. Se presentan en sociedad como personas honorables y exitosas.
Para atemperar el malestar social se habla de aplicar la Ley sin distinción, algunos beneficiarios renuncian al crédito de medio millón de pesos que se asignaron, otros solicitan licencia para separarse de su cargo en el Gobierno y no entorpecer las investigaciones, los menos afirman que no los consultaron. Salum dice que no es ilegal que su hermana acceda a este crédito y niega la existencia de tráfico de influencias. El final ya se conoce: No hay ilegalidad alguna, más de lo mismo. Corruptos que no hace mucho tiempo robaron dinero del pueblo y se apropiaron ilegalmente de bienes públicos andan libres. La impunidad en todo su esplendor.
El pueblo pone y el pueblo quita. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su Gobierno. Artículo 39 de la Constitución General de Los Estados Unidos Mexicanos.
Podemos modificar la forma de Gobierno local en Durango, es un derecho constitucional del pueblo. Ya lo logramos a nivel federal en 2018 llevando a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México. Con nuestro voto hicimos historia y derrotamos al viejo régimen prianista. Iniciamos la Cuarta Transformación (4T) en nuestra patria enfrentando con el pueblo la mayor pandemia que hemos padecido: La corrupción.
Durango y su pueblo necesitan un Gobierno posneoliberal que atienda a todas las clases sociales, pero en primer lugar a los pobres, excluidos y despojados de siempre bajo los siguientes principios: Democracia, Justicia, Honestidad, Austeridad y Bienestar. Estos son los grandes pilares para construir un estado de bienestar, igualitario y fraterno que propicie una convivencia social con armonía, solidaridad, felicidad, paz y con respeto total a la naturaleza. Lo vamos a lograr, rompamos con las ideas conservadoras que nos hacen creer que vivimos bien, que se respetan las leyes y que los gobiernos son honestos, cuando todo es al revés. Los 50 millones deben redireccionarse a favor de los micro empresarios.
#QuédateEnCasa
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