Francisco J. Múgica, un mexicano de avanzada, un hombre congruente
17/05/2021 - Hace 4 años en MéxicoFrancisco J. Múgica, un mexicano de avanzada, un hombre congruente
Por: Gilberto Jiménez Carrillo
El nacido en Tingüindín, Michoacán, por ser hijo de un maestro de escuela que con frecuencia era cambiado de plantel, vivió en Zináparo, la Piedad, Purépero, Chilchota y Sahuayo, en donde concluyó su primaria y posteriormente ingresó al seminario. Desde temprana edad, Francisco José Múgica Velázquez, dio muestras que iba a ser diferente, pues quien siendo adolescente traduce del latín a Ovidio, Horacio y Ciceró. En 1906, se inició en la política de oposición al régimen porfirista. Combatió en Chihuahua junto a Pascual Orozco participando en la toma de Ciudad Juárez. Al triunfo de Madero, no encontró trabajo en la Ciudad de México.
En 1912 Carranza lo nombró director general de Estadística en su Gobierno en el estado de Coahuila. Al apoderarse de la presidencia Victoriano Huerta, participó en la redacción del Plan de Guadalupe. Se incorporó a las fuerzas de Lucio Blanco como jefe de su estado mayor y en 1913, Múgica participó en la Hacienda de Borregos en el primer reparto agrario efectuado en el norte del país. A la derrota de Huerta, ocupó la Administración de la Aduana de Veracruz. En 1915 fue presidente del Tribunal de Justicia Militar y después comandante militar y gobernador de Tabasco hasta 1916. Su gestión la caracterizó su política agraria: repartió los terrenos de El Chinal y armó a los campesinos para que defendieran sus tierras; suprimió las jefaturas políticas, fomentó la educación liberal y restituyó su nombre a Villahermosa, antes San Juan Bautista.
En 1917, siendo diputado por Michoacán, integró el grupo de constituyentes. Escribió Juan de Dios Bojórquez (Crónica del Constituyente): “He aquí al verdadero paladín del Constituyente. Líder de las mayorías y conductor de la primera comisión de reformas, el general Francisco J. Múgica fue, sin lugar a duda, la figura más conspicua del congreso. En 1928, fue director del penal de las Islas Marías. Durante el Gobierno de Cárdenas, fue secretario de Economía (1934-35) y luego de Comunicaciones y Obras Públicas (1935-39). Influyó en la expropiación petrolera y redactó el «Manifiesto» o exposición de motivos en el que se informó al pueblo sobre el hecho. Con gran congruencia, cedió sus ahorros personales que ascendían a ocho mil pesos para el pago de la deuda petrolera.
En 1939, se formó el Centro Pro Múgica para promoverlo como candidato a la presidencia por el Partido de la Revolución Mexicana, PRM, pero fue marginado de la contienda preelectoral porque lo consideraron radical y «trotskista» debido a que apoyó se diera asilo al revolucionario ruso. Al terminar su gestión como servidor público, Múgica fue ascendido a general divisionario. El 17 de diciembre de 1984, el Congreso de los Estados Unidos Mexicanos, decretó: “Artículo único. -Inscríbase en letras de oro, en lugar de honor del Recinto de la Honorable Cámara de Diputados, el nombre de Francisco J. Múgica”. Dionisio Montelongo resaltó la congruencia de Múgica: “En el naufragio de los valores morales de los hombres, uno que conserva esos valores a través de los años, debe ser destacado, puesto de relieve, porque su palabra y su acción, son constructores de nuevos espíritus de clase”. La biografía de Francisco J. Múgica es muy extensa, pero sirva esta pequeña semblanza para entender porque el señor presidente Andrés Manuel López Obrador, es el revolucionario que más admira.
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