Por: Emmanuel Salazar

En cuestión de cinco días, el poblado Ignacio Allende, en el municipio de Guadalupe Victoria, se convirtió en el foco de atención estatal pues se confirmaron 11 casos de COVID-19 de los cuales uno pereció, por lo que en la zona se aplicó un virtual toque de queda.

La medida extrema que tantos piden, pero que a la vez tantos temen, finalmente se tuvo necesidad de aplicar en los hechos y más allá de los referentes jurídicos que se deben de cumplir para tal fin, en los hechos la realidad se impuso y ahora los habitantes de ese poblado de dos mil 500 habitantes se han recluido en sus viviendas.

Aunque no faltan quienes no acatan la medida, la verdad es que la mayoría de la población ha tenido que hacer a un lado su carácter rebelde, pues es sumamente evidente el riesgo que tiene la comunidad, y han tenido que quedarse en su casa.

Adrian Reyes Calderón, presidente de la Junta Municipal en dicha población confirmó vía telefónica que se encuentran resguardados en sus casas los habitantes de Ignacio Allende, sin que se tenga idea cuando podrán levantar la medida. Además, instrumentó con ayuda de paisanos un espacio digital para poder recaudar fondos para un banco de alimentos para aquellos que ahora si tendrán que quedarse en sus casas y deberán buscar resolver el problema de la falta de alimentos.

Hace unos días, leí acerca de que el enunciado de “Quedarse en Casa” es un concepto burgués porque no toda la población puede tomar esa medida de cuidado, lo cual resulta muy cercano a la realidad para la mayoría de la población en México, en donde el empleo precario se refleja en la estadística bajo la sombra de la informalidad.

Y justo cuando la autoridad municipal y estatal buscan apretar en las restricciones, y ponen vallas en las plazas públicas, para evitar la congregación de gente, los comerciantes ambulantes son los primeros en quejarse de la medida.

Ellos, los más vulnerables, son quienes en primer término han resentido la semi paralización de la economía, aunque ha dicho nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador que ellos no deben de temer porque serán los primeros en proteger su Gobierno.

Dudo mucho que esa protección vaya a poder ser efectiva, y desgraciadamente las dificultades económicas que nos dejará el COVID-19 impactarán seguramente primero a los de abajo.

Comentarios: @jemmanuelsr